Hace unas semanas asistí a la jornada Cine, danza, ciudad y miradas de género en la que, con la danza como actividad central, se trataba de explorar el papel y la mirada de las mujeres en las artes escénicas y el espacio público.
El mundo de la danza, con una clara mayoría de mujeres entre sus profesionales, padece los mismos problemas de discriminación de género que cualquier otra actividad. ¿Conocemos a muchas coreógrafas o bailarinas? Cuando los medios hablan de danza, normalmente se refieren a actividades masculinas: ellos son los famosos, los valorados. Esta realidad, la invisibilidad de las mujeres es una constante que no distingue ni ocupaciones ni fronteras.
La jornada finalizó con una bellísima performance, La mujer del saco, realizada en una zona muy concurrida, un lugar de cruce de actividades, el paseo de Abandoibarra de Bilbao.
La pieza es un proyecto de Labuena Compañía: Arantza López es la mujer del saco… ella no asusta a niñas o niños extraviados. Por el contrario, ella inspira.
La mujer del saco simboliza la esencia de las mujeres. Arantza es delgada, viste de negro, va calzada con –¿incómodos?– tacones. Alguien podría pensar que su apariencia es frágil. Cinco sacos le esperan en el suelo, contienen cien kilos de arena distribuida de manera irregular. Arantza debe arrastrar esos fardos atados a sus tobillos, sus muñecas y su cintura. Su supuesta delicadeza deja paso a la firmeza, al esfuerzo, al tesón, al empeño… los sacos se van moviendo, poco a poco, con inesperada elegancia. La imagen es de una gran belleza. Mientras la artista realiza su singular coreografía, le acompaña una lectura de textos de mujeres anónimas, pero reales, que expresan a su manera aquello que les preocupa.
Ella sigue, poco a poco, hasta que Bárbara no se resigna a ser una simple espectadora y acude en su ayuda: descarga a Arantza de su lastre, toma su lugar y arrastra a su vez los pesados fardos.
Y después otra mujer sustituye a Bárbara, y otra a ésta… con menos elegancia que Arantza, todas intentan seguir moviendo los sacos.
La mujer del saco es una exquisita metáfora de la manera de vivir de muchas –¿todas?– mujeres, con esos sacos, esas cargas que componen su día a día y que no consiguen –o no desean o no pueden– eludir. Y muestra también la extraordinaria solidaridad entre mujeres, esa que algunas personas ponen en duda.
Un resumen gráfico y sonoro de La mujer del saco puede verse en este video:
https://www.facebook.com/795311750495526/videos/vb.795311750495526/1386408428052519/?type=2&theater
Arantza, Bárbara o tú…: la mujer del saco
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