La impunidad de los crímenes cometidos en Honduras alcanza una nueva víctima; ayer era asesinada Lesbia Yaneth Urquía, de 49 años, activista medioambiental en el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), y que se encontraba batallando contra la construcción de la represa hidroeléctrica Aurora I del municipio de San José (La Paz).
«Lesbia Yaneth fue una ferviente defensora de los derechos de las comunidades y opositora del consesionamiento y privatización de los ríos en el departamento de La Paz.
El asesinato de la Lesbia Yaneth se da suspicazmente en el marco de un proceso de “consulta” llevado a cabo por el gobierno de Honduras acerca de la aprobación del proyecto de ley de reglamentación del mecanismo de la Consulta Previa, Libre e informada a la que tenemos derecho las comunidades indígenas amparadas en la legitimidad de nuestra historia y el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estas reuniones en las que el gobierno pretende impulsar su propuesta de ley se llevaron a cabo en el municipio de Marcala los días 4 y 5″.
La activista indígena, compañera de Berta Cáceres, apareció asesinada cerca de un basurero en Marcala, con signos de haber sido atacada violentamente. COPINH ha denunciado este nuevo asesinato en un comunicado público, crimen que se suma a la larga lista de más de 100 activistas que se han asesinado en el país en 2015.
El pasado marzo, Cáceres era asesinada a tiros en su casa; la respuesta internacional fue generalizada, oponiéndose al asesinato de activistas en el país americano. Y es que estos asesinatos, que como vemos se cuentan a cientos, son habituales cuando existe un conflicto con compañías eléctricas en el país, tal y como denuncian desde COPINH.
En el comunicado publicado por el Consejo, acusan directamente al gobierno de Honduras y a las fuerzas militares y policiales por la violencia y represión que sufren activistas medioambientales.
«Este asesinato se produce a 4 meses y 4 días del asesinato de nuestra compañera y lideresa, Berta Isabel Cáceres Flores, y nos confirma la puesta en marcha de un plan para desaparecer a quienes defendemos los bienes comunes de la naturaleza, organizados en el COPINH.
La muerte de Lesbia Yaneth constituye un feminicidio político que busca callar las voces de las mujeres que con coraje y valentía defienden sus derechos en contra del sistema patriarcal, racista y capitalista, que cada vez más se acerca a la destrucción de nuestro planeta».
Se ha abierto la veda para el asesinato generalizado de mujeres ya no les basta con asesinar a la «propia». Cuantos principios y valores éticos tienen.