Nicolas Sarkozy quiere continuar su ofensiva en los medios de comunicación y el Burkini y sigue siendo uno de sus temas favoritos.
El ex jefe de Estado francés ha reiterado su apoyo a una ley nacional para prohibirlo «debido a que no se puede dejar solos a los alcaldes que se enfrentan a esta situación».
También ha indicado que se trataría de «una ley que se dirija específicamente a las personas que lleven un burkini en una playa o en las piscinas «.
Para Sarkozy el burkini es «una provocación del Islam político que pone a prueba la resistencia de la República.»
Refiriéndose a la decisión del Consejo de Estado de suspender la orden anti-burkini en una comuna de Alpes Marítimos puso en cuestión esa libertad «cuando existe la tiranía de las minorías».
Mientras Bernard Cazeneuve, Ministro de Interior socialista, dijo en La Croix que la legislación sería «ineficaz» y «crearía tensiones irreparables», Nicolas Sarkozy respondió al Ministro del Interior: «Lo que hace tensión es la ausencia de normas, la falta de autoridad en el país, es el caos», insiste.