La Comisión Mujeres y Ciencia del CSIC ha hecho público un comunicado donde confirma la dimisión de Alfonso V. Carrascosa, director de la revista Arbor, tras publicarse en su revista un monográfico donde se cuestiona el sentido de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. En Tribuna Feminista nos hacíamos eco de la noticia hace unos días, analizando los perfiles de las personas que escriben en este monográfico, pertenecientes o muy cercanas al Opus Dei.
Según relatan en el comunicado «el director de la revista era miembro de la CMyC y debemos hacer saber que ha actuado a título personal y no en nombre de la Comisión. Como muestra de su escaso compromiso con los trabajos de la CMYC está el hecho de no haberle comunicado ni el proyecto ni la publicación de este monográfico en ningún momento. A consecuencia de esta actuación, en el día de hoy ha presentado su dimisión como miembro de la CMyC que ha sido aceptada por el Presidente del CSIC».
La CMyC fue creada a consecuencia de las reivindicaciones de investigadoras al entonces presidente del CSIC, Rolf Tarrach, que reaccionó de manera sensible y estableció en 2002 esta Comisión. Desde entonces, la CMYC ha sido pionera como unidad institucional para vigilar y asesorar sobre las desigualdades de género entre las mujeres que se dedican a la investigación en el CSIC. Muchas otras comisiones de mujeres se han creado después, inspiradas en ésta y con funciones similares, en ministerios y otros organismos.
Entre las funciones de esta Comisión es informar a las mujeres y a los hombres a quienes representamos sobre el estado de cosas respecto al género en el CSIC. Hay informes accesibles en la página de internet del CSIC sobre porcentajes de mujeres entre el personal científico y actividades, y tratamos de que esos datos sirvan para una justa composición de tribunales, órganos de representación y actividades académicas y públicas en las que participe el CSIC (http://www.csic.es/mujeres-y-ciencia).
«No negamos aquí que cada cual exprese sus ideas sobre si las mujeres están o no discriminadas allá donde considere oportuno, pero de ninguna forma creemos aceptable que se haga en una publicación académica como es la revista Arbor», afirman en la misiva, refiriéndose a que una publicación académica se haga eco de datos que contradicen las estadísticas de los organismos internacionales, que llevan décadas haciendo un seguimiento de la discriminación y los abusos que sufren las mujeres de todas las edades y en todas las profesiones.
Por su parte, el presidente del CSIC ha comunicado a la presidenta de la Comisión que, tal como recoge la revista «las hipótesis y opiniones de las autoras recogidas en esa publicación no definen en ningún caso la actuación del CSIC en material de igualdad de género. La difusión que hace la revista no debe entenderse como criterios de un órgano público, sino como la expresión de una opinión o un conjunto de opiniones de los autores». Desde la Comisión insisten en que en este caso la publicación no se ajusta a los estándares académicos.
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