Suelo escuchar muchas charlas TED, sobre todo cuando trabajo. Es un gustazo oír a las mentes más privilegiadas de nuestro tiempo hablar de temas interesantes. Dicho esto, me gustaría saber en qué pensaban los responsables de las charlas TED cuando invitaron a Thordis Elva y a Tom Stranger a dar una conferencia recientemente: Thordis es una víctima de violación, y Stranger, su violador.
Ah, sí, es verdad, se me olvidaba: La «cultura» de la violación.
Thordis Elva es una islandesa, la cual en 1996 conoció a un estudiante australiano, Stranger, quien estaba haciendo unos cursos de intercambio en Islandia. Se hicieron pareja, y una noche la violó. Ella, de 16 años en aquel momento, había bebido demasiado para poder consentir. Su relación se rompió y poco después él regresó a Australia. Mientras él sabía que lo que había hecho estaba mal, siguió con su vida. Ella sin embargo, tuvo ataques de ansiedad y se decía a sí misma que no podía haber sido una violación, ya que aunque ella no consintió, Stranger era su novio. Y la violación había pasado en su cama, no en ningún callejón. Este artículo de Antena 3 da más detalles.
Queriendo encontrar paz, ella le escribió una carta. Pensaba que solo perdonándole superaría el trauma. Él contestó, y empezaron una conversación por email, que duró ocho años. Con el tiempo, quisieron volverse a ver y escogieron un lugar a medio camino, Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, para hablar. Más tarde decidieron escribir un libro para hablar del poder del perdón y de la reconciliación y de como ella, a través de esta “terapia” ha conseguido seguir con su vida. Ahora está casada y ha formado su propia familia, igual que Stranger.
Muy bonito todo, pensé, mientras veía las caras de los y las asistentes a la charla TED. Me pregunté cuantas personas como yo pensaban “¿Y este tipo ha ido a la cárcel por lo que hizo?” y también “¿No es fuerte que este tipo viole a una chica de 16 años y luego escriba un libro y gane dinero con ello?”*
Thordis dijo en la charla que este método no se lo recomendaba a todo el mundo, pero que era lo que le había funcionado a ella. Y que la venganza no funciona. Aplausos. La gente hasta se puso de pie tras la conferencia. Se puso de pie aplaudiendo a Thordis y un violador.
Este mensaje tan buenrollista y tan repugnante también normaliza la violación, y aún más, fomenta el mensaje de que un ataque sexual no es para tanto
El mensaje de Thordis parece efectivo, constructivo, pero no lo es. En el contexto en el que vivimos, que es el de la «cultura» de la violación, muchos violadores ni siquiera van a la cárcel. Se juzga, critica, culpa y condena a la víctima. Se habla de prometedoras carreras arruinadas por perversas víctimas de violaciones. Se coacciona a la víctima para que retire los cargos. Por esto, este mensaje de perdonar y pelillos a la mar es una irresponsabilidad y una barbaridad y hace flaco favor a los derechos de las mujeres. Y tampoco estamos aquí hablando de venganza, sino de justicia, de dar a entender de una puñetera vez que los hombres no tienen derecho a tocar el cuerpo de las mujeres sin su consentimiento. Este mensaje tan buenrollista y tan repugnante también normaliza la violación, y aún más, fomenta el mensaje de que un ataque sexual no es para tanto (¿no veis lo bien que se llevan?) y que es algo que las mujeres tenemos que superar, y que esta manera (perdonando y reconciliándonos con los violadores) es una buena forma. Mejor que mandar a los violadores a la cárcel.
Todavía me sorprendo de lo retorcido que puede ser el patriarcado: Aquí tenemos una conferencia TED en la que un violador promociona un libro. Me imagino que esto es lo normal en estos tiempos de neoliberalismo patriarcal: Nos violan y los violadores no solo no van a la cárcel sino que sacan tajada.
La charla TED: “Nuestra historia de violación y reconciliación” http://www.ted.com/talks/thordis_elva_tom_stranger_our_story_of_rape_and_reconciliation#t-258362
El libro: http://www.southofforgiveness.com/
*Stranger ha dicho que donará “una parte” de los beneficios de las charlas y el libro a fines benéficos. Aún así se sigue beneficiando.