El pasado 8 de marzo, con motivo de las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer, se llevaron a cabo en simultáneo, numerosas marchas en varias ciudades de Polonia.
En Łódź, la tercera ciudad más grande de Polonia después de Varsovia y Cracovia, se realizó la manifestación a lo largo de la principal avenida de la ciudad, ulica Piotrkowska, siendo la concentración frente al Wojewoda Lódzki, el edificio del gobierno provincial de Łódź.
Las polacas salieron a las calles a exigir que los derechos que ya han ganado a lo largo de los años no les sean arrebatados, las frases más coreadas iban dirigidas al descontento que se vive debido a las políticas del gobierno PiS (Prawa i Sprawiedliwość – Ley y Justicia en español) partido conservador de derecha que propone que el aborto sea prohibido bajo cualquier circunstancia, incluso aunque el embarazo haya sido producto de una violación.
El otro gran tema es referente a la pastilla del día siguiente la cual debe ser entregada bajo receta médica y a un alto costo, pudiendo los doctores rechazar el pedido debido a motivos religiosos, sin embargo pastillas como el viagra se pueden adquirir en cualquier farmacia sin ningún asesoramiento médico y es de venta libre.
Hubieron también muchos comentarios de repudio al eurodiputado Janusz Korwin-Mikke y es un gran alivio que las mujeres polacas no se sientan representadas por esta “joyita” del sistema patriarcal, no hay mucho que analizar, su estupidez simplemente salta a la vista, mientras miles de mujeres se manifestaban en las calles, él ofrecía ésta entrevista en el Reino Unido.
Toda la presión que la Iglesia católica impone en Polonia se ve reflejada en la naturalización de muchos comportamientos misóginos que impiden la realización plena de la mujer dentro de la sociedad polaca, y ese fue otro de los motivos por los cuales las mujeres salieron a las calles, para dejar en claro que lo mejor sería tener un estado laico y una educación basada en la igualdad de género.
El descontento con el partido que gobierna Polonia se notó a lo largo de toda la marcha, el PiS promueve una sociedad desigual, justifica en la práctica la opresión doméstica que vive la mujer polaca, la brecha salarial entre géneros, la falta de políticas de inclusión y un gran etcétera relacionado a la falta de conciencia del problema que el machismo ha implantado en Polonia a lo largo de la historia.
Las polacas están luchando día a día, y van ganando terreno en esta lucha que es de todxs, aunque haya aún mucho trabajo por hacer, está claro que estamos viviendo un momento histórico propicio para el cambio que tanto anhelamos por el bien de todxs.