UN DURO GOLPE A LA IGUALDAD ENTRE MUJERES Y HOMBRES: LA MODIFICACIÓN DE LA ORDENANZA MUNICIPAL PARA LUCHAR CONTRA LA PROSTITUCIÓN EN LA CIUDAD DE SEVILLA
Texto elaborado como denuncia al Ayuntamiento de Sevilla ante la inminente modificación de la ordenanza y el retroceso en materia de igualdad.
En el año 2008, tras mucho tiempo de trabajo y esfuerzos incontables se logró aprobar la ORDENANZA MUNICIPAL PARA LUCHAR CONTRA LA PROSTITUCIÓN Y LA TRATA CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL EN LA CIUDAD DE SEVILLA. Un hito en la historia de la igualdad de nuestro municipio, impulsado por la delegada de la Mujer de entonces, María Dolores Rodríguez Carrasco.
Un gabinete de expertas luchadoras y comprometidas redactaron un documento que marcaría un antes y un después en la capital hispalense. A pesar de las serias dificultades para poner en marcha la ordenanza, y de las limitaciones de los cambios políticos acontecidos en los últimos tiempos, la ciudad de Sevilla cuenta con una ordenanza encaminada a abolir la esclavitud del siglo XXI: la prostitución y la trata de seres humanos, en su mayoría niñas/os y mujeres, muchas tan jóvenes que no alcanzan la mayoría de edad.
A pesar de las serias dificultades para poner en marcha la ordenanza, y de las limitaciones de los cambios políticos acontecidos en los últimos tiempos, la ciudad de Sevilla cuenta con una ordenanza encaminada a abolir la esclavitud del siglo XXI
Desde hace unos meses, nos invade una gran preocupación a todas las personas que militamos en el Partido Feminista y a muchas otras personas pertenecientes a diferentes colectivos de Sevilla. El grupo político que preside nuestro ayuntamiento se dispone a presentar la Ordenanza supuestamente renovada (el martes 23 de Mayo). Tenemos en nuestras manos un borrador de Ordenanza que ha dejado fuera asuntos cruciales y que queda totalmente desprovisto de la fuerza política y de la verdadera erradicación de la violencia machista, en este caso encarnada en la explotación sexual. Vemos cómo la exposición de motivos ha quedado reducida a tres títulos, eliminando el titulo IV y V de tal exposición. Con estos cambios y supresiones, la ordenanza queda difusa, la sombra de la regulación de la esclavitud sexual podría planear sobre la misma.
Con estos cambios y supresiones, la ordenanza queda difusa, la sombra de la regulación de la esclavitud sexual podría planear sobre la misma.
En dichos títulos ahora desparecidos, se trataban asuntos tan importantes como: la abolición de la prostitución, como única vía para lograr la igualdad real entre mujeres y hombres; el Convenio de Naciones Unidas para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena de 1949, donde la mujer siempre es considerada una victima, aun con la existencia del consentimiento; la resolución aprobada por el Parlamento Europeo el dos de febrero de dos mil dieciséis, que insta a luchar con la idea perversa de que la prostitución puede equipararse a un trabajo como otro cualquiera; la mujer en situación de prostitución ha de tener siempre la condición de victima y es en este contexto donde se consideran como beneficiarios de la explotación sexual a los proxenetas y los clientes, no puede ni debe darse el mismo tratamiento a la victima que al explotador; la ordenanza sanciona la demanda de servicios sexuales y nunca el ofrecimiento de estos por parte de las mujeres que son las victimas, tratando de recoger la figura del cliente en nuestra legislación penal etc.
Estos son algunos de los puntos esenciales que con la nueva ordenanza prevista para que se apruebe en Pleno próximamente, desaparecen. Borrados de un plumazo, con la excusa de que se ha reducido para hacerla más manejable, de que todo aparece condensado (no sabemos dónde) y de que el único punto que han modificado es el de las sanciones, etc. Sospechamos que las presiones de otros grupos políticos pueden ser el motivo de estas modificaciones tan evidentes; grupos que, como sabemos, son partidarios de legalizar/regular la prostitución, imaginamos que desde el mejor lugar, el de la protección de las mujeres, pero con una postura totalmente errónea, puesto que regular/legalizar la prostitución, no es mas que dar carta blanca a las mafias y proxenetas, para que operen a sus anchas. Basta nombrar el fracaso del modelo alemán, con un aumento desorbitado de trata de personas, principalmente mujeres provenientes de países como Rumanía y Ucrania, donde la pobreza y las situaciones que viven las mujeres son extremas. El poder que desde el año 2001 (año en que se aprobó la Ley alemana para regular la prostitución) han ido adquiriendo las mafias, los proxenetas y puteros, es tal que ya se les ha escapado de las manos a las autoridades alemanas, distintas instancias gubernamentales y de fuerzas de seguridad han hecho evidente su preocupación, ante tal situación desbordante.
El poder que desde el año 2001 (año en que se aprobó la Ley alemana para regular la prostitución) han ido adquiriendo las mafias, los proxenetas y puteros, es tal que ya se les ha escapado de las manos a las autoridades alemanas
Una Alemania, donde las mafias campan a sus anchas y abren un club tras otro, donde millones de mujeres y niñas permanecen encerradas, a merced de los proxenetas y puteros que las explotan, teniendo que soportar hasta 30 violaciones diarias y todo ello en nombre de la libertad de elección y la voluntariedad que, como vemos, casi nunca existe. Las pruebas están ahí, no queremos llenar este escrito de estadísticas, pero sirva decir que en la próspera Alemania, a día de hoy, más de 200.000 mujeres son prostituidas sin que nadie pueda o quiera mover un dedo. Lejos de fortalecer los derechos de las mujeres, un plan regulacionista ha logrado mermarlos hasta tal punto que les es imposible salir de la situación de explotación, a no ser que encuentren muchos apoyos, que en la mayoría de casos no existen, al estar prisioneras en los mega burdeles abiertos todo el día y la noche. Los «clientes» eufemísticamente denominados, han ganado terreno, en Alemania gozan de total impunidad; el estigma sigue recayendo en las mujeres explotadas y, si en el año 2000, antes de que entrara en vigor la ley regulacionista, se detuvieron a 151 condenados por compra de sexo, en el año 2011 solo fueron 30. El mensaje es claro.
Lejos de fortalecer los derechos de las mujeres, un plan regulacionista ha logrado mermarlos hasta tal punto que les es imposible salir de la situación de explotación
Los burdeles non-stop y las tarifas planas para consumir mujeres, proliferan, habiendo comunidades que se dedican casi exclusivamente a esto, la explotación sexual, hay entre 3.000 y 3.500 burdeles. Ver.di, el sindicato de servicios públicos, calcula que la prostitución representa alrededor de €14.500 millones en ingresos al año. Se calcula que hay 500 burdeles en Berlín, 70 en la pequeña ciudad de Osnabrück al noroeste y 270 en el pequeño estado de Saarland al suroeste, en la frontera con Francia. Muchos franceses frecuentan los burdeles de Saarland. El Club de Sauna Artemis, cerca del aeropuerto de Berlín, atrae a muchos prostituidores de Gran Bretaña e Italia.
Esto es solo una muestra de lo que esta ocurriendo en un país regulacionista, un retraso total, que esta costando muy caro, sobre todo y en particular en vidas rotas de mujeres y niñas, que nunca mas volverán a ser las mismas, porque están secuestradas. En España el panorama no es más alentador. Ya sabemos que estamos en el número dos del ranking de paraísos sexuales para el turismo y el deleite de los innumerables «clientes» (sólo como muestra de la atrocidad, en el año anterior aumentaron en un 13% las víctimas de trata para la prostitución y casi el 80% de estas mujeres tienen menos de 30 años). Las mafias también asolan nuestro territorio, pero sí es cierto que estamos ante un momento clave, de oportunidad de aplicar el sentido común en la política, de servirnos del ejemplo perverso de Alemania y del ejemplo transformador de los países nórdicos como Suecia, ejemplo que ya están empezando a seguir otros países europeos, como reacción ante la invasión y la explotación sexual, países como Irlanda o Francia se están sumando al modelo Sueco, de su ley por la Paz de las Mujeres.
La Ordenanza Municipal de Sevilla, contra la lacra de la explotación sexual y la prostitución, es una ordenanza pionera, de las más novedosas y adelantadas de todo nuestro territorio. Ahora no podemos bajar la guardia y descafeinarla o ensombrecer sus puntos claves, como son: la tendencia a un modelo abolicionista que descriminaliza a las mujeres y criminaliza a los proxenetas y las mafias, donde se desmontan todos los mitos en torno a la prostitución, como si esta fuera libremente elegida por la mayoría de mujeres que están en esta situación (sabemos que en España mas del 93% son mujeres víctimas de la trata), donde el consentimiento no es un atenuante de ningún tipo de explotación, porque las mujeres en esta situación no pueden ver otra salida, sus consentimiento es el espejo de las amenazas, la extorsión, la violencia física, psicológica etc., a las que están sometidas por parte de sus explotadores.
Una modificación de estas características no supone un adelanto; supone dejar puertas abiertas y que en cada revisión la ordenanza sea más accesible para la regulación de la esclavitud sexual.
Una modificación de estas características no supone un adelanto; supone dejar puertas abiertas y que en cada revisión la ordenanza sea más accesible para la regulación de la esclavitud sexual. Por ello, manifestamos nuestra gran preocupación y exigimos al Ayuntamiento de Sevilla que no elimine estos puntos cruciales de la ordenanza, que podemos seguir avanzando hacia una ciudad igualitaria, hacia una sociedad en igualdad, donde las mujeres y las niñas no vean comprometidas sus vidas, hasta el punto de perderlas. Esto es inadmisible y cualquier retroceso en esta conquista de la igualdad real también lo es. No podemos hablar de un Ayuntamiento avanzado y democrático, si favorecemos la explotación sexual, como la trata y la prostitución.