Según el último informe Conciliación de la vida familiar y laboral (VII). Grandes dificultades, sobre todo para ellas publicado por GADESO, fundación dedicada a la realidad sociocultural de las Islas Baleares, las mujeres siguen siendo las que asumen la mayor parte de las responsabilidades en cuidados en el hogar.
En un contexto donde los efectos de la crisis económica aún son evidentes para una gran parte de la población, el informe GADESO ha realizado su trabajo de campo en zonas turísticas intensivas, donde se da una actividad vinculada a la denominada
temporada alta. Esta actividad provoca, como es lógico, una mayor contratación laboral, ya sea por la «recuperación» de los fijos discontinuos como por las contrataciones temporales características de este modelo económico.
Es frecuente que muchas mujeres que durante el invierno están desocupadas laboralmente, bien porque son fijas discontinuas o porque se encuentran en paro, retornen durante el verano al mercado laboral: la hostelería, la restauración o
a otros trabajos que giran entorno la actividad turística. Por eso mismo, GADESO señala que resulta muy relevante conocer cómo pueden compaginar su vida familiar y laboral, qué cuidado pueden tener de sus hijos e hijas y cuál es la calidad del
trabajo femenino.
A modo de introducción, el informe comienza señalando que un 80% de las personas que trabajan consideran que compatibilizar familia y trabajo es
complicado o muy complicado. No obstante, lo más significativo es la diferencia registrada por sexos: el 95% de las mujeres ve dificultades a la hora de conciliar, frente al 65% de los hombres, lo que evidencia la distancia que aún separa de la co-responsabilidad. Respecto al informe del año pasado, aumenta dos puntos la percepción de incompatibilidad en los cuidados que señalan ellas.
Grandes diferencias en el disfrute del tiempo libre
En el análisis del informe se investiga si tanto los hombres como las mujeres que trabajan fuera de casa durante el verano pueden mantener unas relaciones familiares adecuadas, así como el tiempo que dedican a su tiempo libre. Al mismo tiempo, se intenta concretar cuánto tiempo dedican a las denominadas tareas del hogar y los hijos e hijas.
Casi la mitad de los hombres (45%) declaran que pueden mantener unas relaciones familiares normales, sin que las obligaciones laborales o las tareas del hogar interfieran. Por otra parte, un 44% de las mujeres afirma tener dificultades para disfrutar de la familia, mientras que un porcentaje muy similar (36%) dice que imposible o casi imposible mantener estas relaciones familiares, debido a las cargas del trabajo y del hogar.
Esto también se refleja cuando se analiza el uso del tiempo libre: si bien alrededor de un tercio los entrevistados (de ambos sexos) aseguran no tener mucho tiempo libre, un número significativamente mayor de hombres puede aprovechar su ocio para descansar o divertirse. Por el contrario, un 25% de mujeres dedica gran parte de su tiempo libre a la familia, dejando aficiones y amistades en un segundo plano.
Tareas del hogar y cuidado de hijos, hasta 3 horas de diferencia
Las mujeres reconocen que deben dedicar a las tareas del hogar casi cinco horas diarias, a pesar de que trabajen fuera de casa, mientras que los hombres sólo dedican una media de una hora.
Lo mismo ocurre respecto a la cuidado de los hijos e hijas. La mayor dedicación corresponde, con mucha diferencia, a las mujeres, que dedican casi tres horas al día,
mientras que los hombres únicamente destinan 40 minutos de su tiempo.
Ellas complementan salario y mantienen los cuidados y las tareas
Los principales motivos por los que la mujer trabaja durante el verano solamente, como señala el informe, son económicos: primero, para complementar el salario familiar, y segundo y muy relacionado a esto, para poder hacer frente a los compromisos económicos adquiridos (hipotecas, préstamos…). GADESO señala que las mujeres cumplen una doble función: complementar los recursos económicos
del hogar y, además, mantener las relaciones y tareas familiares, así como el cuidado de los hijos e hijas.
Las mujeres que aseguran desarrollar su trabajo porque les gusta el trabajo o por una realización personal únicamente representan el 21%. Por otra parte, casi la mitad de las mujeres que trabajan durante la temporada alta lo hace en el sector
del comercio y la hostelería.
¿Qué hacen hombres y mujeres cuando los niños y niñas están de vacaciones?
El informe de GADESO constata una paradoja: durante el verano, cuando los hijos en edad escolar tienen vacaciones, el padre y la madre están ocupados, pero durante el invierno, cuando los hijos van a la escuela, al menos la madre está «parada». Esta situación plantea auténticos problemas para poder compaginar la vida laboral con la atención a los hijos y las tareas del hogar.
Las distintas administraciones públicas organizan diversas actividades veraniegas para los niños y jóvenes, lo que puede facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral. Haciendo un análisis de estas propuestas, se puede deducir que la mayoría
de actividades organizadas van destinadas a niños y niñas que tienen 15 años o menos. En consecuencia, adolescentes de más edad tienen pocas posibilidades de disfrutar de estas actividades.
Además, en muchos casos, la información que se da por parte de la organización es insuficiente y no llega a sus usuarias/os potenciales: un 75% dice no haber recibido información sobre las actividades de verano. Este hecho es especialmente relevante para las familias con escasas o nulas redes sociales.
Por otra parte, la atención y cuidado de los hijos e hijas durante el verano representa un auténtico problema para las familias donde trabajan los dos progenitores. Observando los datos, se puede ver cómo los porcentajes son elevados en las familias con hijos menores de 15 años.
Si bien esta dificultad va disminuyendo con la edad, todavía es significativa cuando se habla de adolescentes de entre 15 y 17 años, que en muchos casos están sin padre-madre y quedan con sus amigos. Hay que resaltar, sin embargo, que el porcentaje de personas que consideran un problema qué hacer con los niños/as y jóvenes de más de 12 años ha disminuido en los últimos años, debido sobre todo a una mayor permisividad (Voluntaria o no) por parte de las familias.
También llama la atención, especialmente entre menores de 11 años, que las familias extensas se hagan responsables del cuidado. No obstante, se debe tener en cuenta que en muchos casos no existe esta familia extensa, especialmente entre quienes acaben de llegar.
También hay que destacar que entre las edades de 4 a 11 años no sea infrecuente enviar a los hijos e hijas a los entornos familiares residentes en otros lugares (Mayoritariamente, la Península).