Producida por Ingelore König y Claudia Steffen, la película está ambientada en Alemania a principios del siglo XX y cuenta la historia de Paula Becker, una mujer decidida a seguir sus propias normas.
A sus 24 años rechaza las convenciones establecidas y explora su estilo único, mientras florece en la comunidad artística de Worpswede, donde entabla amistad con la artista Clara Westhoff y el poeta Rainer Maria Rilke.
Al casarse con el también pintor Otto Modersohn, cree haber encontrado a su alma gemela creativa, pero cinco años destinados a la vida doméstica hunden el espíritu de Paula. Finalmente, se decide a viajar sola al bohemio París, donde se embarca en un largo y esperado periodo donde su imaginación culmina y consigue autorrealizarse.
Con esta película se recupera para el público español la figura de esta pintora, una más de las que ha sido total o parcialmente silenciadas por la historia. En España, hasta hace unos meses el Museo del Prado en sus doscientos años de historia nunca había dedicado una exposición a una mujer. Rompió la oscura tradición con una muestra de la pintora flamenca Clara Peeters.