Los apellidos de las madres dejarán de ser discriminados por la ley frente a los del padre. La nueva ley del Registro Civil permite que las madres y los padres decidan el orden de los apellidos. Si no hay acuerdo los apellidos se colocarán por orden alfabético. De esta manera el apellido procedente del padre dejará de primar sobre el de la madre.
Los apellidos dejan de ser un elemento de discriminación para las madres a partir de este mes de julio. Los de la madre y los del padre serán iguales ante esta nueva ley que entra ahora en vigor. Los apellidos del padre dejan de ser los preferenciales y se deberá llegar a un acuerdo en el orden de los mismos.
Desde 1999 era posible cambiar el orden de los apellidos de las recién nacidas y los recién nacidos. Para llevar a cabo ese cambio había que enfrentarse a un extenso trámite burocrático. Ambos progenitores debían estar de acuerdo con el cambio y firmar una autorización, lo cual no ocurría si el primer apellido era el del padre.
Esta ley, que fue aprobada en el 2011 por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, establece que tanto para poner en primer lugar el apellido de ella o de él se deberá firmar una petición. Si esto no ocurre antes de tres días, la encargada o encargado del registro civil decidirá el orden de acuerdo al interés superior del menor. Se tendrán en cuenta criterios como puede ser que la combinación de los apellidos que suene mejor, el orden alfabético o el carácter común de los apellidos.
Una portavoz del Ministerio de justicia afirma: «Se facilitará la modificación de los apellidos siempre que sea por causas justificadas, y teniendo en cuenta que los apellidos son elementos de identificación de la persona”. Además aseguran que esta medida no retrasará ni alargará los registros de nacimiento de los recién nacidos.
En 2016 hubo 2.953 inscripciones de niñas y niños con el apellido materno en primer lugar. Esta cifra es más del doble de las inscripciones que hubo en 2010, lo cual indica una tendencia de aumento. Aunque en comparación con el número total de nacimientos, 420.000 en 2015, es una cifra no muy significativa.