Hay mujeres que llenan todo el espacio de un escenario con su sola presencia. Aunque estén bien acompañadas y aunque en modo alguno sea su intención eclipsar a quien tienen al lado. Hay algo en ellas que atrae de un modo inmediato. Como nos atrae el trémulo fulgor de una estrella solitaria en medio de un cielo muy oscuro.
Julia Gutiérrez Caba es una de esas mujeres. Ahí, sobre el escenario del teatro Maravillas, representando ‘Cartas de amor’, de A. R. Gurney, bien acompañada por ese actor enorme que es Miguel Rellán, vuelve a suceder. Julia atrae todas las miradas cuando habla y cuando guarda silencio. Cuando se comporta como una niña consentida, cuando se comporta como una mujer ilusionada y llena de vida, y cuando se comporta como una mujer medio alcoholizada, casi rota. La manera en que mueve las manos, echa el pelo hacia atrás, o los ojos se le vuelven furia o melancolía. Cuando evoca a la adolescente inquieta que fue su personaje o cuando se muestra arrepentida por determinadas decisiones de su vida, ya siendo una mujer de cierta edad, y sabiendo que ya no hay vuelta atrás. Julia matiza cada gesto, cada expresión, cada palabra y cada silencio. Julia domina el escenario como el técnico domina el foco que la ilumina y su compañero, Rellán (sarcástico, enamorado, entrañable, ambicioso, perdido…), hace lo propio cuando lee las cartas que ella le envía a lo largo de su vida. Julia domina ese escenario con la misma naturalidad con la que maneja su pelo, hace revolotear sus manos o se inclina hacia delante como una niña ilusionada, ajena a la mujer en la que se convertiría su personaje, ajena a los vaivenes propios de una vida que, como siempre, entraña todos los misterios, alegrías, desazones, decepciones, angustias, miedos y risas.
Sí, risas. Porque hay mujeres que llenan el escenario con su sola presencia, y saben llorar, emocionarse, sentirse frágiles o poderosas. Y también reír. Eso que parece tan sencillo y que no lo es. Reír de una manera diferente, según la etapa de la vida que estén representando. ¡Cómo ríe Julia Gutiérrez Caba! Y su risa se congela -los vaivenes de la vida-, y todo comienza de nuevo. Como si nada hubiese sucedido. Y claro que ha sucedido: toda una vida, la de su personaje, magistralmente interpretada en apenas hora y media hora.
Hay actrices que llenan espacios con su sola presencia, actrices que no deberían retirarse nunca. Ella, Julia Gutiérrez Caba, llenando espacios desde una presencia frágil y poderosísima al mismo tiempo, es una de ellas.
Julia Gutiérrez Caba, llenando espacios
- Advertisement -
- Publicidad -