En relación con las informaciones sobre la denuncia de posibles abusos sexuales a una de las participantes en el programa Gran Hermano, que se emite en la cadena TeleCinco (Mediaset), e interpuesta por la productora del programa, el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades condena tajantemente cualquier forma de agresión sexual hacia las mujeres. Asimismo recuerda que las relaciones sexuales solo son plenamente consentidas si hay una aceptación explícita por ambas partes y libre de cualquier forma de coacción.
Por otro lado, el organismo ha querido poner el acento en el negativo ejemplo que supone, especialmente para la audiencia más joven, la reiteración de actitudes sexistas y comentarios denigrantes hacia las mujeres que son frecuentes en determinados programas de telerrealidad. La permanente cosificación, el trato vejatorio y el menosprecio a algunas participantes por su condición de mujeres constituyen un caldo de cultivo para la perpetuación de la discriminación y la violencia de género. Es inadmisible que estos contextos puedan, en ocasiones, admitirse o alentarse en aras de incrementar los índices de audiencia.
Estos comportamientos han sido repetidamente denunciados por la ciudadanía en el Observatorio de la Imagen de las Mujeres, que se ha dirigido en más de una ocasión a las cadenas responsables de su emisión reclamando mayor control. Por esta razón, quiere aprovechar este último caso conocido para hacer un llamamiento público a productoras y televisiones para abrir una reflexión sobre la gran responsabilidad que implica normalizar, frivolizar o tolerar actitudes que suponen un atentado contra la dignidad o la integridad de las mujeres.
TAMBIEN A TRAVÉS DE LAS REDES SOCIALES
Tras los múltiples y reiterados casos de comentarios vejatorios y machistas contra mujeres con relevancia pública y responsabilidades en los ámbitos cultural, económico, laboral, deportivo y político a través de las redes sociales, el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades tambien emitio un comunicado en el que considera que estos atentan contra la dignidad de estas profesionales y contra la de todas las mujeres y reclama absoluto respeto hacia ellas.
La libertad de expresión no puede constituir una coartada para convertir las redes sociales en una plataforma para ejercer esta forma de violencia de género y para fomentar la discriminación por razón de sexo.
El organismo respalda a todas las afectadas y recomienda recurrir a la Fiscalía, ya que entiende que estos comportamientos pueden vulnerar el artículo 510 del Código Penal, relativo a los delitos de odio y discriminación.