Desde mediados de los años setenta y hasta finales de los noventa del siglo pasado bajaron progresivamente los indicadores de fecundidad en España. Con el inicio del siglo XXI se produce una recuperación de la fecundidad, influenciada en parte por el comportamiento más natalista de la población migrante y por la llegada a edades fecundas de madres de generaciones numerosas nacidas durante el baby-boom español. No obstante, desde 2009 se registra un nuevo descenso de los indicadores de fecundidad que se extiende hasta 2013.
Así pues, de 14,1 nacidos vivos por cada 1000 habitantes en 1981 se ha pasado a 9,1 en 2013.
En cuanto al número medio de hijos por mujer que se ha pasado de 2,03 en 1981 a 1,27 en la actualidad.
En 1981 las mujeres residentes en España tenían su primer hijo a los 25,2 años de edad. La edad media a la maternidad en España se ha ido retrasando a lo largo de los años de manera que en 2013, la edad media a la que las mujeres tienen su primer hijo era de 30,4 años.
Si se compara la fecundidad española con la del resto de países de la Unión Europea se tiene que, España es uno de los países donde se tienen menos hijos por mujer y se tienen a edades más tardías.
Uno de los cambios más notables se encuentra, sin embargo, en la proporción de nacimientos fuera del matrimonio que desde el 4,4 % en 1981 no ha dejado de crecer hasta el 40,9 % alcanzado en 2013.
La evolución de este porcentaje ha mostrado un ascenso en los últimos años hasta situarse en valores cercanos a la media europea.
Cada vez se tienen menos hijos y se tienen más tarde
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