Las trampas de ser madre “idílica”

Pilar Aguilar
Pilar Aguilarhttp://pilaraguilarcine.blogspot.com.es/
Analista de ficción audiovisual y crítica de cine. Licenciada en Ciencias Cinematográficas y Audiovisuales por la Universidad Denis Diderot de París. Lee el blog de cine de Pilar Aguilar: http://pilaraguilarcine.blogspot.com.es
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No sabría yo establecer la “tabla periódica” de las buenas madres. Creo que muchas de las que exclaman: “¡Claro, tú no, tú no, tú de esto no sabes nada! Pero yo sí, yo sí, yo me lo sé todo y puedo dar instrucciones precisas a derecha e izquierda” lo que andan es sobradas de pretensiones y/o doctrinarismos.
Sin ser, ni mucho menos, experta, afirmo, sin embargo, dos cosas: 1. No es sano idealizar y sacralizar la maternidad. 2. Ser buena madre no implica estar siempre disponible para sus criaturas.
Cuando ataco la sacralización e idealización de la maternidad, no digo que debamos rebajar su importancia. Más bien al revés. Como analicé ya hace años, en el cine (y más extensamente, en el relato compartido socialmente) los padres son figuras esenciales, pero las madres “pintan” poco, resultan irrelevantes. O sea, el relato, por una parte, las ignora y, por otra parte, las esquematiza en madres “divinas” o “malvadas”. No entro en más detalles porque quien lo desee, puede leer el artículo en mi blog[1].
Nosotras debemos contrarrestar en todas direcciones: luchar contra esa irrelevancia de la maternidad y contra esa dualidad impostada, embaucadora y fullera (madre sacrificada hasta el delirio o, por el contrario, egoísta espantosa).
No puedo, de ninguna manera, abordar tantos aspectos en tan pocas líneas. Me limito a uno: debemos cuestionarnos las idealizaciones que desde fuera nos cuelgan y que, a veces, tan alegremente nos tragamos. Son una trampa. Son la zanahoria delante de la burra. Nosotras -desde nosotras- debemos cuestionar la sublimación del rol materno, pues como señala Françoise Collin:
“Al adjudicar a las mujeres y a la relación maternal una especie de posición ideal, no se considera el hecho de que todo ser humano, incluso las mujeres, se halla habitado por una ambivalencia profunda con respecto al otro. Evita ocuparse del conflicto que afecta fundamentalmente a las relaciones del yo y del otro a las que, por el contrario, presupone armónicas. Supone que el modelo maternal se halla libre de todo maleficio. No habla del odio que puede entrañar el amor, de la actitud devoradora y posesiva  que encierra el cuidado, de la hiel  que se oculta en la leche. Ocuparse del otro, alimentarlo, es tratarlo de alter ego, presuponer que se sabe cuál es el bien para él, que se puede hacer lo que le conviene en su lugar, que su deseo concuerda necesariamente con la visión que se tiene de él. […] En último extremo, con el pretexto de la preocupación por el otro, es evitar asumir el hecho de que él-ella es otro y que su deseo no está necesariamente en armonía con mi deseo para ella-él.”
Como veis, Collin nos incita a plantearnos -desde nosotras, no desde la mirada del otro- esa ambivalencia que se da (o puede darse) en las relaciones materno filiares, pues, en efecto, cuando alguien depende de ti es tentador sustituir sus deseos por los propios.
Conviene no olvidar, además, que el cuidado es el único “poder” que socialmente se nos concede a las mujeres. Resulta fácil buscar ahí, en la idealización de ese rol, medicina para la propia herida narcisista: “Me dicen que soy un ser de segunda clase pero aquí, en este terreno, puedo alcanzar sublimes cotas de excelencia ¡A por ello!”.
Sabemos que, sin madre, los humanos se mueren. Tomando, claro está, la palabra madre en el sentido de persona que cuida. Y tomando el verbo cuidar en su acepción más rica. O sea, el bebé humano puede desarrollarse perfectamente sin leche materna pero no puede vivir sin que nadie lo quiera, lo toque, le hable, etc. (el ya bien conocido y estudiado síndrome hospitalario).
Cuestión distinta es evaluar en qué dosis se debe cuidar, proteger, estar presente, alimentar, acariciar… Hay quien considera que todas las dosis son pocas. Yo, sin embargo, creo que las dosis pueden convertirse en sobredosis (para la madre y/o para la hija[2]). Aunque, por supuesto, pienso que las dosis adecuadas no se pueden fijar universalmente y de manera estricta porque dependen de muchas variables.
Recuerdo que, como señaló Celia Amorós, siempre hemos de estar trabajándonos (y las mujeres más) el “juego de permanente ajuste y reajuste de los límites del «yo» y del «otro». Y, en cualquier caso, ser buena madre no significa estar siempre disponible. Más importante (y más sano) que tener una madre totalmente entregada es tener una con mundo personal, proyectos y pasiones propias. Puede que la criatura reclame “siempre más” y sin límites. Lo hace, quizá, porque no los conoce, o porque tiene miedo o porque prefiere seguir aferrada a lo seguro. Pero crecer es cambiar, ampliar horizontes y abarcar situaciones cada vez más complejas que incluyan las necesidades de l@s demás. Y todo eso hay que enseñarlo. No con brusquedad, no de cualquier modo, no de manera traumática, pero hay que hacerlo. La criatura debe aprender, por ejemplo, que, además de la madre, hay otras personas que pueden proteger y querer, que no debe angustiarse porque su madre se vaya, pues eso no significa que lo abandone, que l@s otr@s human@s existen y también precisan cuidados, etc. Y una criatura necesita comprobar que su madre, además de cuidarla, sabe enseñarle el autocuidado.
Una mujer que se vuelca completamente en su bebé ¿qué nos dice? ¿No está acaso llenando otros vacíos? ¿el de no tener, por ejemplo, parejas satisfactorias? No que ocurra siempre, pero cuando una hija “lo es todo” para su madre ¿no está siendo usada como rehén para suplir otras carencias?

En conclusión

Insisto y aclaro (aunque sé que las illuminati de la lactancia y el colecho –digo las illuminati no las simples partidarias- no quieren mis aclaraciones): no estoy proponiendo una normativa. Ni siquiera me atrevo a asegurar que quien declara en mi muro: “Siete años de teta, casi colecha hasta la universidad” es una abusona disfrazada de hipercuidadora (aunque no sé, no sé…).
También otra escribe en mi muro: “Jajaja si esta supiera (inciso: “esta” soy yo) que la lactancia también es parte de la sexualidad de la mujer, que es placentera, que incluso hay mujeres que experimentan placer y orgasmo le daba un paro cardiaco”. No niego el placer que una madre puede experimentar amamantando, ni niego el placer que una madre, un padre o casi cualquier ser humano siente cuando coge en brazos, toca, contempla, acaricia, acurruca, a una tierna criatura, pero no creo que ese placer deba ser de índole sexual. Para sentir orgasmos, para vivir la propia sexualidad, los adultos y adultas debemos buscar a otros adultos o adultas. Lo contrario roza la pedofilia.
Y concluyo evocando las palabras de Alicia H. Puleo: “El altruismo que se predica a las mujeres es impracticable ya que implica la negación de una misma. Identificarlo con el amor es hacer de éste una perversión” (Isegoría, nº 6. El subrayado es mío).
En un último y próximo artículo, hablaré más directamente de mi posición.
 


[1] http://pilaraguilarcine.blogspot.fr/2009/01/madres-de-cine.html
[2] En este artículo vuelvo a usar el femenino inclusivo: hija también incluye hijo.

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Comentarios

  1. La autonomia se puede enseñar de la manera mas sencilla y menos traumatica: no poniéndoles trabas a los niños cuando quieren aprender, hacer las cosas solos, etc (a no ser que sean cosas peligrosas, obviamente). Una madre que quiere sustituirse a su hijo en todo, ahorrarle cualquier esfuerzo o riesgo, por minimo que sea, etc…le arruina la vida a él (o a ella) y a si misma, porque sus hijos seguirán en la infancia durante el resto de su vida, y ella se convertirá en una esclava para siempre.

    • ¿De verdad Irene conoce algún caso de una madre que sea esclava de sus hijos para siempre? ¿Conoces algún joven por ejemplo de 18 años que todavía sea amamantado? ¿O algún adulto normal sin ninguna patología que su madre le tenga que cambiar los pañales a diario? Porque yo conozco algún joven que ya está independizado y la madre de vez en cuando le trae comida o le plancha la ropa, pero nada más. De verdad, si conoces a algún chico o chica mayor de edad que tome teta o duerma en la cama de los padres preséntamelo. Tiene una entrevista. Yo quiero saber cómo lo viven en esa familia. Pero no comprendo que tiene que ver lo que dices tú de la autonomía con la burrada que ha escrito Pilar Aguilar llamándonos abusadoras de niños a compañeras feministas que somos madres sólo porque hemos decidido que nuestros hijos tomarán teta hasta que ellos deseen. Mi hijo lo hará hasta que le de vergüenza o hasta que pinche con la barba. Y te aseguro que ocurrirá antes lo primero.

      • No me referia a esto, obviamente. Pero hay madres que siguen metiéndose en todos los aspectos de la vida de sus hijos y haciéndose cargo de sus necesidades aunque sean adultos. Y también hay hijos adultos que siguen explotando a sus madres para las tareas domésticas o la crianza de los hijos, considerandolo un derecho.

        • ¿Y en qué te afecta a ti esas madres que según tú malcrían y miman en exceso a sus hijos? ¿Vas a asumir tú los efectos negativos o positivos en sus hijos? Porque yo lo que veo es que la educación que hemos tenido hasta ahora la mayoría de nosotros a base de amenazas, castigos, cachetes y demás genera personas neuróticas, con baja autoestima y «manadas» que entienden que una mujer disfruta cuando se somete. Y, por favor, no me contestes que algún cachete te dieron y no saliste tan mal. No, sólo aprendiste a normalizar la violencia desde la cuna.

  2. La verdad es que que un medio como tribuna feminista publique este tipo de artículos con insultos directos y acusaciones gravísimas con nombres y apellidos sin Googlear ni siquiera un poquito es bastante patético. Y puede que esté a dos dedos del delito (no sé, no sé, soy bióloga no abogada). Cinco minutos y un par de palabras clave bien puestas te llevan a esto, por ejemplo.
    Levin, Roy J. (May 2006), «The breast/nipple/areola complex and human sexuality». Sexual & Relationship Therapy. 21 (2):237–249.
    p240-241 wrote:
    Approximately 33 to 50% of mothers described breast feeding as an erotic experience, while some 25% expressed guilt because of the sexual excitement that they felt (von Sydow, 1999). In a few cases the arousal is strong enough to induce orgasm which causes some nursing mothers to abandon breast feeding because of the sexual stimulation (Dickinson, 1949, p. 67; Masters & Johnson, 1966, p. 162). In a questionnaire on orgasm and pregnancy published in a Dutch magazine for women, Gianotten (1988) asked ‘‘Did you experience, while breastfeeding, a sensation of sexual excitement’’, 34% (total n¼153) answered ‘‘Yes’’ and to the question ‘‘Did you experience, while breastfeeding, pleasurable contractions in the uterine region’’, 71% answered ‘‘Yes’’. Of these 153 women who had been breastfeeding who replied to the question ‘‘Did you experience, while breast feeding an orgasm (during or as the result of breastfeeding)’’, 12 (8%) answered ‘‘Yes’’. Ignorance about such normal physiological occurrences can sometimes create gross miscarriages of the law. According to Yalom (1997, p. 254), a mother in Syracuse, New York in 1992 had her two-year-old child taken away from her after admitting that she became aroused on nursing, the authorities claiming that she sexually abused the child. A judge found there was no case and after 8 months the child was returned to the custody not of her mother, but of her grandparents!
    Convertir este medio en una especie de Sálvame de Luxe es lamentable. Feliz Navidad. Y que se mejore.

  3. Sinceramente me da pena la falta de sentido comun en tus ‘articulos’… Con lecturas así es imposible avanzar en nada… Y mucho menos abanderar el feminismo… Creo que la editorial deberia revisar muy mucho el contenido de tales chorradas. Esto es demencial.

  4. ¿Seguimos haciendo berrinche por qué te dijeron que necesitas leer un poquito antes de opinar?
    Se te han dado artículos, se te ha explicado en todos los tonos y sigue la mata dando, esto es un berrinche de señora mayor que no le parece que el mundo no es como ella quiere y además que tiene la osadía de querer decirle a otras mujeress como vivir su vida y su maternidad. Si fuera un hombre quien lo escribiera sería mainsplaning, aquí es womasnsplainig de la forma más patriarcal e inflexible que he visto.
    Y además citar nombres y apellidos, «acusarlo con su mamá» berrinche , pataleta de señora de pocas miras, lastima que la redacción no distingue entre algo escrito que realmente sea un aporte y una pataleta, que a su edad ya debería tener superadas o mínimo no lloriquear tanto que se supone la experiencia debe dar algo de sentido común.

  5. Me parece gravísimo que la autora diga de una madre (y encima nombrándola en su articulo), que es casi pedófila por decir lo que dice sobre la lactancia placentera, que ademas, es verdad (léase Carlos Gonzalez, o Alba Padró, lo explican muy bien, y es algo SANO y completamente natural), Y que diga que abusa de su hijo! Realmente, quien tiene la mente enferma?

  6. Que pena Pilar, coincido con el comentario de alguien arriba, se te está yendo de las manos tu berrinche de «feminista» caduca mandona. No se si lo que pretendes en el fondo es la extinción humana o si crees que un bebé que no ha sido amado incondicionalmente, mágicamente o «sin brusquedad» aprenda a respetar y a ser empático. Los tres primeros años de vida son los más críticos de nuestro desarrollo como especie. No se como puedes seguir pregonando el desapego y el desamor cómo arma para combatir el machismo. La violencia genera violencia.
    Con lo de la pedofilia se te ha ido la mano, es más, has cruzado cualquier barrera del respeto. Tu vida sexual debe ser muy limitada y triste. Uno de los poderes más grande que tenemos las mujeres es el del poder sentir placer sin necesidad de un coito o una relación falocentrista (si, si, si, más que un 14 horas de trabajo en una oficina). Mucho te queda por leer y aprender. Nunca es tarde, más si quieres seguir apoyando al movimiento feminista y dando tus OPINIONES cargadas de odio y misoginia cómo cualquier machito en la Red.

  7. Estoy estupefacta de que un medio como «Tribuna Feminista» publique este artículo que, como le han dicho anteriormente, es una pataleta y no tiene nada de científico y sí mucho de opinión. Amamanto a mi hijo desde que nació, está a punto de cumplir dos años. No he llegado a sentir un orgasmo nunca, pero a veces me ha pasado que se me han humedecido las bragas porque genero oxitocina mientras amamanto. No es algo que pueda controlar, es hormonal. Igual que generé oxitocina cuando parí y afortunadamente tengo un recuerdo bastante positivo de su nacimiento. A una amiga mía después de cada toma también le daban unas ganas locas de mantener relaciones sexuales con su pareja, el padre de la criatura. ¿Y me dice usted que lo mismo somos pedarastas? Pues yo lo que creo es que somos mujeres felices. Ay, qué lástima, llegar a su edad habiendo explorado tan poco su sexualidad. Las mujeres somos así de complejas y nuestra sexualidad no se limita al coito. Y sí, existen las maternidades placenteras, no todo es sacrificio, aunque amamantes hasta los dos años, los siete años o hasta que te salga de las tetas. No se preocupe usted por el daño que le pueda causar a mi hijo, de eso ya me ocupo yo. Tampoco necesito que ningún hombre, ni ninguna supuesta feminista me diga lo que puedo hacer o no con mis tetas. ¿Qué tal si leemos a Casilda Rodrígañez?
    ¿Y sabe usted que algunas mujeres o hombres que han sufrido abusos sexuales han llegado a sentir placer también? No sé si será muy habitual, pero por lo que tengo entendido sucede mayoritariamente en los abusos prolongados en el tiempo, no en algo puntual. Quizás niños o niñas abusados por un adulto de su entorno. Y eso sucede porque tenemos receptores del placer que si nos los estimulan puede ocurrir que se activen. Por favor, es un tema muy serio para hablar con esta ligereza y dando nombres. Qué vergüenza.
    Lo dicho, estoy estupefacta.

  8. Señora Pilar, denota en sus OPINIONES sobre crianza que ha tenido una falta materna grandísima, esto unido a su total ignorancia y frustración por no ser madre, hacen que su artículo carezca de total credibilidad y respeto. Si va a escribir sobre algo de lo que no tiene ni idea, al menos infórmese antes de escribir algo tan lamentable…

  9. No se puede hablar de todos los temas sin tener conocimientos objetivos de ellos, y mucho menos haciendo afirmaciones tan tajantes. “Una mujer que se centra compretamente en su bebé no tendrá otras carencias?” Pero que carencias va atener, todo lo contrario… todo un sin fin de despropositos…

  10. Me da mucha pena y vergüenza ajena arremeter así contra personas (madres) sacándolas de contexto, como si esos comentarios fueran gratuitos. Como si las respuestas de Pilar no hubieran sido crueles y cargadas de quina. Cuando se debate lo que deberían de contar son los argumentos no las opiniones fundadas en prejuicios. Desde el feminismo siempre hemos tirado abajo los prejuicios morales del patriarcado. El placer y la sexualidad se han reservado para el hombre a través de su mercantilización y de mitos y tabúes… Cuando amamantamos reivindicamos las tetas como nuestras, como dadoras de vida, proveedoras de alimento y quedan bien lejos del disfrute del macho, y además se evita toda una mercadotecnia que abusa de animales y recursos. Feminismos hay muchos y diversos y eso es genial. Pero cuando se usa un medio «feminista» para denigrar a las mujeres se convierte en otro bastión del patriarcado.Una lástima

  11. Si no sabes de maternidad, si no lo has probado en tus carnes, si no has estudiado las distintas posturas y no te has documentado con los estudios que las sustentan, si no has sido capaz de leer la documentación de la OMS relativa a la lactancia… ¿para qué te pones a opinar alegremente? ¿para qué te enredas faltando el respeto a las mujeres, lactantes o no, que tienen una actitud sobre la maternidad distinta a la que tú tendrías en caso de que hubieras sido madre? ¿para qué te lías acusando de pedofilia a quien disfruta con la lactancia más allá del vínculo madre-hij@? ¿para qué te das el lujo de llamar abusona a quien sólo quiere cuidar de su prole según le dicta su naturaleza?
    Si no fuese porque soy bien pensada por naturaleza, creería que necesitas público (ya sabes, que hablen de mi aunque sea para mal) o que haces esto porque estás enrabietada, como una niña a la que no se le da razón, porque de repente te has dado cuenta de que tu «feminismo» se acerca más al machismo y a la misoginia que las posturas que criticas en la amalgama de palabras que has tenido a bien llamar «artículo». Una lástima que Tribuna Feminista haya dado cabida a un texto tan repulsivo y contrario a los principios del código deontológico de la FAPE

  12. Hola, compruebo con agrado que se ha modificado la última parte del post en la que se vertían acusaciones gravísimas sobre personas con nombres y apellidos. Gracias, aunque no esperaba menos de un medio como éste. Sin embargo me veo en la obligación de volver a aclarar que, como muestra el estudio que cité más arriba, tanto la excitation sexual como incluso los orgasmos durante el amamantamiento son mecanismos fisiológicos normales y que, probablemente, hayan contribuido a la perpetuación de la especie. Insisto en que un medio como TF debería preocuparse bien de no emitir opiniones cuñadas que reflejan tanto el absoluto desconocimiento de la autora de la fisiología femenina como una valoración moral de esa misma autora que roza la misoginia (y digo roza por no ponerme tremendista). Un saludo y feliz año.

  13. Sobre lactancia y pedofilia le dejo este estupendo artículo Pilar. Espero que lo disfrute y que aprenda algo con él. Y, sobre todo, espero que pida disculpas por insultar a tantas compañeras feministas que hemos decidido que con nuestras tetas hacemos lo que nos da la real gana. Que hemos decidido que las vamos a utilizar para su función biológica, que es amamantar a nuestras crías. Si usted las quiere usar para, por ejemplo, inflárselas de silicona y lucirlas nos parece perfecto. Nosotras no vamos a escribir ningún artículo acusándola de ningún delito. Aquí dejo el artículo:
    http://reeducandoamama.blogspot.com.es/2017/12/sobre-pedofilia-y-lactancia.html

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