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La ONG Wanawake Mujer acerca estos duros testimonios en el día contra esta práctica y cuando hay más de 2 millones de niñas en riesgo de sufrirla.
Este 6 de febrero se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, una práctica que, según Naciones Unidas, afecta a más de 200 millones de niñas y mujeres en 30 países.
La MGF se lleva a cabo cada vez de forma más temprana y sus víctimas son mayoritariamente niñas, que la sufren en algún momento de sus vidas entre la infancia y la adolescencia. 44 millones de niñas mutiladas genitalmente son menores de 14 años. Y existen muchos países en los que la mayoría de las niñas la sufrieron antes de llegar a los 5 años, cuando ellas tienen menos voz.
Más de 3 millones de niñas cada año están en riesgo de sufrirla en todo el mundo. Niñas con nombres y rostros, niñas con voz que se suman a los cientos de millones que ya han sido víctimas.
Sin embargo, muchas de ellas comienzan a decir “no quiero ser cortada”, como las niñas acogidas en el centro de Rescate de Tasaru Ntommonok (Rescate a la Mujer en lengua masai) en Kenia, dirigido por la activista Agnes Pareyio. Ellas han plantado cara a su destino y han roto con esta tradición que vulnera sus derechos más básicos.
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La MGF se lleva a cabo cada vez de forma más temprana y sus víctimas son mayoritariamente niñas, que la sufren en algún momento de sus vidas entre la infancia y la adolescencia. 44 millones de niñas mutiladas genitalmente son menores de 14 años. Y existen muchos países en los que la mayoría de las niñas la sufrieron antes de llegar a los 5 años, cuando ellas tienen menos voz.
Más de 3 millones de niñas cada año están en riesgo de sufrirla en todo el mundo. Niñas con nombres y rostros, niñas con voz que se suman a los cientos de millones que ya han sido víctimas.
Sin embargo, muchas de ellas comienzan a decir “no quiero ser cortada”, como las niñas acogidas en el centro de Rescate de Tasaru Ntommonok (Rescate a la Mujer en lengua masai) en Kenia, dirigido por la activista Agnes Pareyio. Ellas han plantado cara a su destino y han roto con esta tradición que vulnera sus derechos más básicos.
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“No quiero ser cortada”, traduce que en el fondo no hallamos en la perversa civilización patriarcal, sino lo que necesita, ni verá más de lo que quiera ver en su irresoluble perversión no sublimada. Y como le falta el criterio de la verdad, le es indiferente la coincidencia con el mundo exterior donde ejecuta su impune y genocida accionar sobrevenidos en la estratificación social del perverso varón surgen unos de otros en la trayectoria de un proceso dialectico que, nada tienen de “materialistas”; salvo la delirante aplicación del genocidio totalitario. Todo lo expuesto que llevo dicho contra los valores perversos del patriarcado, en realidad, no habría precisado de Femeninología, pues ha sido expuesto antes de su nacimiento, por mujeres que detallan el perverso carácter impuesto por el varón; “No quiero ser cortada”.
El sentido y la verdad del feminismo, es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
Por Osvaldo Buscaya (Bya)
(Psicoanalítico)
Femeninologia (Ciencia de lo femenino)
Lo femenino es el camino
Buenos Aires
Argentina