La Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza, denuncia el fallo del tribunal constitucional a favor de la segregación por sexo, como otro ejemplo de justicia machista. Y exige una educación laica y feminista como base para la igualdad.
En febrero de este año nos enterábamos de que el Tribunal Supremo sentenciaba al Gobierno de Aragón a pagar al colegio Sansueña y al Montearagón de la capital zaragozana, las subvenciones que se les habían denegado en su día por ser centros que segregan por sexo. El desembolso al que se va a ver obligado el gobierno autonómico superará los 3 millones de euros. 3 millones más de euros que irán a parar a centros privados que segregan por la ideología religiosa de los progenitores, por la situación económica y social y ahora también por sexo.
Por si alguna pensábamos que el Tribunal Constitucional podría revocar este fallo y mostrarse a favor de la no discriminación de la mujer y de la educación pública e integradora, este mes de abril hemos presenciado como 8 de los 12 magistrados que lo componen, declaraban que la educación segregada por sexos no causa discriminación, es respetuosa con la Constitución y que los centros privados que la practican tienen tanto derecho como cualquier otro a recibir subvenciones públicas.
Estos centros que separan a los niños de las niñas desde su más tierna infancia pertenecen en su inmensa mayoría a sectas ultracatólicas como el Opus Dei. En sus páginas web argumentan que apuestan por la enseñanza individualizada, que pasa en primer lugar por separar a los niños de las niñas, porque según supuestos estudios científicos, los niños y niñas, por el mero hecho de su diferente sexo, aprenden de diferente manera. Que estos estudios sean más que dudosos y que hayan sido desmentidos en multitud de ocasiones no parece preocuparles. Tampoco les preocupa que lo que sí está demostrado es que la segregación por sexo produce un afianzamiento de los estereotipos sexistas en los que la mujer es siempre un ser complementario e inferior al varón en todos los aspectos de la vida.
Estos centros llevan a la práctica la doctrina de su fundador José Mº Escrivá, según el cual las mujeres y los hombre deben formarse de forma separada porque era eso lo que Dios le pidió y además esa separación es uno de sus elementos más esenciales. Tan esencial como son la culpabilización del placer sexual, incluso dentro del matrimonio, la defensa a ultranza de la familia tradicional en la que la mujer queda relegada al papel de madre, siempre dedicada a ser complemento del hombre y nunca agente de su propia vida, y donde parirá y criará todos los hijos que Dios le envíe, ya que utilizar métodos contraceptivos eficaces te condena para toda la eternidad.
La Lomce, la Ley educativa del Ministro Wert, y las sentencias de tribunales sazonados de jueces y magistrados del Opus, han dado sus bendiciones para que el dinero de todas se detraiga de una escuela pública cada vez más escuálida y carente de medios, y se destine a estos centros que imparten una educación misógina fomentando los estereotipos machistas y la desigualdad.
La lucha contra la discriminación de la mujer hace imprescindible que la escuela sea pública y laica, donde la educación sea feminista y se impartan conocimientos científicos y valores humanos y no doctrinas que afianzan el patriarcado y estigmatizan a la mujer. La violencia machista se combate con formación y conocimientos en igualdad, con chicos y chicas que conviven en el aula y aprenden a resolver sus conflictos de forma pacífica, donde cada persona pueda desarrollar sus potencialidades sin que quepa ninguna discriminación ni cortapisa por su origen, sexo, religión, o cualquier otra condición social o individual.
Cuando la segregación y este adoctrinamiento diferenciado no son considerados discriminación por los tribunales, nos vuelve a plantear que tipo de justicia tenemos y como nos podemos defender de ella. Demasiadas noticias todos los días de sentencias que refuerzan los prejuicios machistas.
La Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza denuncia esta sentencia como un claro ejemplo de justicia machista y exige medidas que modifiquen esta situación como única garantía de un verdadero Estado democrático. Así como, una apuesta decidida por la educación laica y feminista, donde el dinero de todas vaya a parar a la Escuela de todas, la Escuela Pública.
Entidades integrantes de la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza:
Asociación AMASOL, Asociación de Mujeres Amparo Poch, Asociación Desideria Giménez, Chunta Aragonesista (CHA), Comisión de la Mujer-FABZ, Departamento de Igualdad de OSTA, Departamento de la Mujer Trabajadora UGT Aragón, Grupo Feminismos Podemos Zaragoza, Izquierda Unida de Aragón (IU), Movimiento Contra la Intolerancia, Mujeres Libres de Aragón, Secretaría de Igualdad de PSOE, Secretaría de la Mujer de CCOO-Aragón, CGT-Aragón, Secretaría de la Mujer del PCE en Aragón, Área de la Mujer de STEA,WILPF.