Para el Fiscal de Sala de Extranjería, Joaquín Sánchez-Covisasobre, en la lucha contra la Trata de Seres Humanos “es prioritario rescatar a la víctima, por encima del buen éxito de la investigación”.
Con esta rotundidad comienza el Fiscal de Sala de la Unidad de Extranjería a detallar la información relacionada sobre la Fiscalía española y la lucha contra la Trata de Seres Humanos.
La trata de seres humanos es un fenómeno que consiste básicamente en arrancar a una persona de su entorno, del lugar al que pertenece, desvinculándole de sus raíces (personales, familiares, culturales, idiomáticas, religiosas…), empleando un modo violento, coercitivo, engañoso o abusivo, para trasladarla a otro lugar, donde se aprovecha la vulnerabilidad provocada por las circunstancias descritas, para explotarla con diferentes finalidades… nos hallamos ante la verdadera esclavitud del siglo XXI
“Salvar a la víctima” y sacarla por fin del más absoluto de los infiernos que un ser humano puede afligir a otro. Eso es la Trata de seres humanos, —tipificada y definida en nuestro Código Penal en el artículo 177 bis, y que distingue entre trata de seres humanos con fines de explotación sexual, laboral, mendicidad y extracción de órganos y tras la reforma del código penal de 2015, también matrimonios forzosos y comisión de conductas delictivas—. Ni la letra más pequeña del Power Point del Fiscal de Sala tiene desperdicio.
Todo es esencial cuando hablamos de Trata de Personas. Desde los planes de formación, “la lucha contra la esclavitud requiere de una super especialización, tenemos que saber hasta de Derecho Subsahariano”, comenta, hasta el papel de las ONG´s , quienes tras la liberación de la víctima colaboran por restablecer su bienestar físico, mental y social. “Su labor es importantísima” añade.
Los cuerpos de Seguridad del Estado, en cuanto tienen el más mínimo indicio de que puede haber alguien sometido y en condiciones de esclavitud, informan a la Fiscalía de Extranjería –directamente o a través de los Fiscales Delegados de Extranjería que están destinados en cada una de las Fiscalías Provinciales –, y a partir de ahí “comienzan las diligencias de seguimiento destinadas a coordinar la estrategia procesal “.
Víctimas de explotación sexual
Según un estudio aportado por la Fiscalía de Extranjería sobre el carácter criminológico de la trata sexual, en España existe un alto índice de trata sexual. Se esclavizan mujeres procedentes de prácticamente todas las partes del planeta. En concreto han sido identificadas víctimas de más de 60 países desde el año 2012 hasta la actualidad. Los países de procedencia más comunes de las víctimas halladas en nuestro país son Nigeria, Rusia, Rumanía, Bulgaria, Ucrania, China, Paraguay y Colombia
La mayoría de las mujeres plenamente identificadas como víctimas de trata de seres humanos y el cien por cien de las consideradas en situación de riesgo, puntualiza este estudio, han sido localizadas en establecimientos de alterne, clubes o pisos regentados en régimen de “proxenetismo consentido”
El informe añade que se logra su captación y el consiguiente desplazamiento abusando de su patente necesidad, escasísima formación y evidente pobreza. “Son vendidas, torturadas, golpeadas, marcadas, humilladas, amenazadas, y coaccionadas de todas las maneras imaginables para vencer su resistencia a ser explotadas, valiéndose incluso de la seducción de adolescentes o de sus creencias culturales, como por ejemplo el vudú” continua el escrito.
Son sometidas a condiciones de explotación insufribles, –sin protección, obligadas a actividades sexuales especialmente depravadas, a disposición las 24 horas, en régimen de acuartelamiento.
La mayoría de las mujeres plenamente identificadas como víctimas de trata de seres humanos y el cien por cien de las consideradas en situación de riesgo, puntualiza este estudio, han sido localizadas en establecimientos de alterne, clubes o pisos regentados en régimen de “proxenetismo consentido”
Tanto es así, que según este estudio, el grado de sufrimiento es tal que algunas de ellas quedan marcadas de por vida con graves lesiones psicológicas, llegando a asumir que la situación en que se encuentran es debido a su sola culpa.
La mayoría desconfía de las autoridades judiciales y policiales cuando son rescatadas. “Las víctimas, siempre mienten por miedo”, comenta el Fiscal en referencia a este dato. “Tenemos que entender que estamos ante negocios que mueven más de 5 millones de euros al día, son tratadas como cifras de negocio no como seres humanos”.
Se da el caso de que cuando la liberación se produce muchas de ellas no pueden ser retornadas a su país de origen al no ser bien recibidas por la comunidad de la que proceden, incluso pudiendo ser rechazadas por su propios padres y familiares, como sucede en los supuestos de víctimas indígenas sudamericanas.
El vudú
Nigeria es, actualmente, el país de África de donde proceden la mayor parte de las víctimas de trata que son explotadas sexualmente en España, así del estudio de las diligencias de seguimiento abiertas en el año 2017 en la Unidad de Extranjería, resulta que de las 289 víctimas que constan identificadas, 114 son de origen africano, siendo 113 de ellas de nacionalidad nigeriana, entre las cuales se encuentran 14 menores.
La mayoría provienen del Estado de Edo (Benín City) y han sido captadas con engaño, con falsas promesas de desarrollar un trabajo provechoso. La victima cuando accede se compromete a pagar una cantidad desorbitante de dinero — entre 30.000 y 50.000 euros–, que deberá satisfacer en los plazos que le señalen una vez obtenga rendimientos por su trabajo.
El acuerdo migratorio y el compromiso adquirido se sellan con prácticas de vudú o Yuyú que garantiza no solo la devolución por parte de la víctima de la deuda contraída, sino también no denunciar a los traficantes. Una vez realizada la práctica se las traslada a nuestro país, con suerte en avión, con peor suerte en patera siguiendo la ruta de Libia o desde Marruecos.
La victima desconoce que esta deuda se va a incrementar continuamente al tener que pagar al proxeneta, su propia manutención y las multas que les imponen los tratantes con cualquier excusa.
El Fiscal Sanchez-Covisa nos aclara lo difícil que es para un occidental entender que estas personas garanticen con vudú el pago de una deuda. “Se trata de juramentos que de un modo u otro han existido y existen en las distintas culturas”. Sellar con vudú significa que si traicionas ese acto de fe puedes llegar a perder el alma. Son prácticas religiosas que forman parte vivencial de algunas culturas.
“Por eso es muy importante la especialización”, continúa, “conocer la proveniencia de las personas ¿qué sabemos de estas personas, de estos países?” Cuanto más conozcamos su entorno, mejor podremos comprender.
La victima desconoce que esta deuda se va a incrementar continuamente al tener que pagar al proxeneta, su propia manutención y las multas que les imponen los tratantes con cualquier excusa.
Otras modalidades de trata de seres humanos
Los casos de trata de seres humanos cuya finalidad es la explotación sexual son los más comunes en nuestro país, tal vez por su mayor visibilidad e impacto social, sin embargo también desde la Unidad de Extranjería se realiza el seguimiento de las investigaciones y procedimientos abiertos por supuestos de trata distintos a los anteriores; así, en el año 2017, se abrieron 12 Diligencias de Seguimientos por presuntos casos de trata con fines de mendicidad, 5 de matrimonios forzosos, 2 de comisión de actividades delictiva y uno por trata con finalidad de extracción de órganos.
La cooperación como solución en varios frentes
Este estudio exhaustivo de la Fiscalía de Extranjería, apunta varios frentes sobre los que trabajar para erradicar si fuera posible este fenómeno de la Trata de Seres Humanos. Un frente difuso que se topa con la complejidad de un delito al de difícil persecución, enmarcado en el Crimen organizado transnacional con las características propias de estas organizaciones y la dificultad de perseguirlas pues operan con empresas pantalla para blanquear el capital. A ello se une la falta de colaboración de las víctimas por el miedo a las represalias.
Dentro de estas dificultades los fiscales de Extranjería apuntan a la necesidad de estrechar la cooperación internacional, judicial, fiscal y policial. Especialmente con aquellos países con lazos culturales históricos, como ha sido el caso de España y Paraguay en la defensa de las mujeres guaranís víctimas de la trata sexual.
También proponen unificar términos y conceptos en el marco legislativo internacional en referencia a términos clave como “explotación sexual” o” proxenetismo consentido” para no lesionar la eficacia de la acción contra la Trata.
Pero la fiscalía considera que se daría un gran paso si cambiamos la mentalidad. El bien jurídico protegido es la libertad. Sin embargo el objeto nuclear de la prueba es la ausencia de consentimiento en la explotación sexual.