Alberto Ferreras
La ciudad de Zamora, cuya Semana Santa está declarada de interés turístico internacional y Bien de Interés Cultural, pondrá mañana fin formalmente a la discriminación histórica que impedía a las mujeres desfilar en algunas de las procesiones de la Semana de Pasión.
El proceso de cambio de estatutos de las cofradías que aún mantenían el veto de acceso a la mujer se ha llevado a cabo a lo largo del mes de junio y se completará mañana con la adaptación de las normas de la Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias.
La modificación estatutaria de esta hermandad, también conocida como Cofradía del Silencio, se informa en asamblea sin posibilidad de votación.
De esta forma, se evitará que la modificación sea rechazada como ocurrió hace nueve años, cuando se votó esta medida en una asamblea a la que acudieron sólo 168 de los más de 2.300 cofrades y fue rechazada por 94 votos en contra y 74 a favor.
Al igual que El Silencio, en las últimas semanas también han modificado sus normas otras tres cofradías que aún tenían vetado el acceso a la mujer: Jesús en su tercera caída, la Buena Muerte y el Yacente.
Con ello se cierra un largo proceso iniciado en el año 2007, cuando el Obispado de Zamora estableció un estatuto marco que obligaba a todas las cofradías y asociaciones de fieles católicas a ser mixtas, tanto de hombres como de mujeres.
Sin embargo, algunas de las cofradías más tradicionales de la Semana Santa se resistieron a esa modificación con el argumento de que las asambleas no habían aprobado el cambio de estatutos.
Ante esa postura y tras años de espera al obispo de Zamora, Gregorio Martínez, se le acabó la paciencia el pasado mes de mayo, cuando dio públicamente un ultimátum para que todas las cofradías modificaran antes del verano los estatutos y permitieran el acceso a la mujer.
Aunque formalmente la no discriminación por sexo ha llegado a la Semana Santa de Zamora, para que la igualdad sea real todavía faltarán años y en algunos casos décadas debido a las listas de espera para entrar en algunas hermandades con un restringido número de cofrades.
Además, en temas de igualdad no han faltado las formas de sortear la normativa, como ha hecho la cofradía de Jesús Nazareno, que aceptó la entrada de mujeres pero estableció que en la procesión de la madrugada del Viernes Santo únicamente pudieran salir hombres y en la del día siguiente sólo mujeres.
Eso sí, en ésta última los hombres se han reservado algunos privilegios, como el de cargar los pasos, integrar la banda de música de la cofradía que participa en el desfile o formar parte junto a algunas mujeres del grupo de cofrades encargado de dirigir el desfile procesional.
En contraste, Zamora es de las Semanas Santas históricas de España una de las primeras en las que una mujer ha accedido a la máxima responsabilidad en el órgano que agrupa a las cofradías.
La presidenta de la Junta Pro Semana Santa de Zamora, Isabel García, que accedió al cargo hace ahora un año y medio, ha señalado que en su caso, como mujer, no ha tenido piedras en el camino a la hora de acceder a la presidencia.