Por Laura Serrano-Conde
Juana Rivas está decidida a lograr la «custodia exclusiva» de sus hijos y así lo pedirá mañana al juez que lleva este proceso civil en Italia, porque mantiene la esperanza de que la justicia falle a su favor y que otras mujeres maltratadas comprendan que no están solas.
«Mañana vengo con el ánimo y con la esperanza de que finalmente nos den paz y justicia a mí y a mis hijos», dijo hoy Juana Rivas en una entrevista con Efe.
«Lo que más deseo es que (otras mujeres maltratadas) vean un fruto y un resultado de toda mi lucha y que las ayude a no ser sumisas ante el maltrato psicológico y físico, y que sepan que se puede salir. Ese es el final que me gustaría ver de esta historia», añadió.
Mañana, el tribunal de la ciudad de Cagliari, en la isla italiana de Cerdeña, celebra la última vista del proceso civil que juzga el modelo de custodia más adecuado para los dos hijos de Juana Rivas, condenada en España a cinco años de prisión por sustracción de menores.
Los niños, de 4 y 12 años, viven actualmente en el municipio de Carloforte, en la isla de San Pietro, al sur de Cerdeña, con su padre, el italiano Francesco Arcuri, quien tiene su custodia provisional desde agosto de 2017.
Rivas consideró hoy que la lección que estos menores están recibiendo de su progenitor es «muy mala» porque «el que machaquen a mamá y a mamá la castiguen no es una buena lección», para los hijos de nadie.
Se refirió al mayor de ellos para lamentar que es el que más sufre con esta situación porque «está viviendo en sus carnes episodios muy fuertes, demasiado pesados para su espalda tan pequeñita».
Rivas contó que está «obligada a luchar y luchar, hasta que se haga Justicia», hasta obtener la «custodia exclusiva» de los menores para que estos se críen con ella en España, en «un lugar sin violencia».
«No voy a esperar a que ocurra una desgracia y voy a luchar a capa y espada», garantizó, al tiempo que reconoció que «hay días» en los que se encuentra «muy agotada».
Rivas confía en que el juez italiano falle a su favor, pero si no es así, confirmó que recurrirá a todas las instancias que sean necesarias hasta que se comprendan «las barbaridades que se han hecho y todavía se están haciendo».
«Donde haga falta, en el tribunal que haga falta y que me den posibilidad, voy a luchar», concluyó, antes de agradecer la labor de sus abogados y el apoyo psicológico y económico que está recibiendo por parte de la gente que apoya su causa.
Por su parte, la abogada de Juana en Italia, María Eugenia Álvarez, reiteró en declaraciones a Efe que pedirá ante el juez «la guardia custodia exclusiva de los niños en España» para la madre.
«Si el fallo no es favorable, apelaremos. No podemos dejar que la situación siga siendo la que se está desenvolviendo hasta ahora. Apelaremos y llegaremos hasta el final. Pero vamos a tener esperanza de que las cosas vayan bien», subrayó.
La letrada española detalló que en la vista de mañana se espera que se examinen «todos los informes periciales» realizados en los últimos meses por parte de los abogados y del magistrado, para saber cómo se encuentran psicológicamente y físicamente los menores cuando están con cada uno de los padres.
Se aportarán escritos y el juicio quedará visto para sentencia, un fallo que la abogada no creyó que pueda conocerse mañana.
El proceso que se celebra en Italia se desarrolla de manera independiente aunque paralela de la vía penal española, que ha condenado a Rivas a cinco años de cárcel y a seis de retirada de para la patria potestad de sus dos hijos por dos delitos de sustracción de menores.
Rivas, que también ha sido condenada en España a indemnizar a Arcuri con 30.000 euros y a pagar las costas procesales, incluidas las de la acusación particular, denunció en 2016 a su expareja, que ya fue condenado en 2009 por maltrato.
El 28 de agosto de 2017, Rivas acató la orden judicial en España que la obligaba a entregar a los menores a su padre, tras permanecer casi un mes en paradero desconocido.
Desde entonces, los menores viven con Arcuri y Rivas puede verles cuando viaja a Italia y dispone de un permiso para ello, como este pasado agosto, cuando disfrutó de quince días consecutivos con sus hijos.
Juana Rivas quiere que su lucha acabe bien para demostrar que se sale del maltrato
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