Resulta tremendamente injusto cuando una persona que ha dedicado su vida a una lucha común fallece sin el justo reconocimiento. Con las artistas que han pasado sus años de carrera trabajando por el feminismo y la visibilidad de las mujeres pasa muy a menudo; algo se me muere por dentro, un poquito, cuando ocurre. Recientemente fallecía la maravillosa artista Barbara Hammer, a los 79 años, de cáncer. Psicóloga, directora de cine experimental y activista lesbiana-feminista estadounidense, es conocida por haber sido pionera en mostrar en el cine relaciones lesbianas y cómo afrontar el envejecimiento y la familia. En 1974 presentó «Dyketatics«, considerada una de las primeras películas con protagonistas lesbianas. Desde finales de los setenta, había realizado más de setenta cortos y nueve largometrajes de carácter documental en los que se observa una continua búsqueda de lenguajes fílmicos para expresar la experiencia lesbiana y las particularidades de su deseo.
Hammer pasó de unas primeras obras más visualmente evidentes con el desnudo femenino (buscando siempre la visibilidad de los deseos de las lesbianas y una representación fílmica realista y no bajo el estereotipo heterosexual) a films más experimentales, pero siempre con la visibilidad como bandera. Esta visibilidad no sólo se concretaba en mujeres lesbianas, Hammer tuvo mucho interés en reflejar los cuerpos reales de todas las edades, como en el corto «Superdyke meets Madame X», donde ella aparece desnuda junto a otra mujer, su pareja, de mediana edad.
El activismo de Hammer llegaba más allá de sus films: en 2017, creó la Beca Anual Barbara Hammer para la Creación Fílmica Experimental Lésbica fondos recibidos de la compra, por parte de la Universidad de Yale, de todo su trabajo en papel. Como se reseña en Artforum, Hammer diría sobre esta beca:
«Sólo por aclarar: la beca es un premio para el cine lésbico, porque las lesbianas han desaparecido una vez más en la palabra queer, como antes con la palabra gay. Es muy importante reconocer la multitud de identidades sexuales diferentes y no colapsar todo en un solo término. Las lesbianas necesitan ser reconocidas. Y la venta del archivo garantizará que este premio exista durante mucho, mucho tiempo. ¿No tengo suerte? Estoy muy agradecida de poder dejar este tipo de legado. Es asombroso».
Hoy, como lesbiana, como feminista y como historiadora del arte reclamo para Hammer la visibilidad que ella propugnó en su vida y en su obra siempre. Por ella, por su legado y su memoria, por todas las mujeres, por todas las lesbianas.
Barbara Hammer, la visibilidad como activismo artístico y vital
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