La directora de cine francesa Agnès Varda (Bruselas, 30 de mayo de 1928 – 29 de marzo de 2019) ha fallecido a los 90 años. Considerada como una de las pioneras del cine hecho por mujeres y del cine feminista, su influencia es fundamental, siendo también parte del movimiento de la Nouvelle Vague. Sus películas, documentales y vídeo-instalaciones guardan un carácter realista y social.
A lo largo de su trayectoria ha recibido numerosos premios, entre ellos en 1985 con la película «Sans toit ni loi (Sin techo ni ley)» obtuvo el León de Oro del Festival de Cine de Venecia y su biografía documentada en «Las playas de Agnès» el Premio César en 2009 o el Premio René Clair de la Academia francesa. En 2017, recibió el Óscar Honorífico por su carrera.
Obra
Varda ha dirigido una cuarentena de piezas entre cortometrajes, documentales y largos de ficción. Su formación previa en fotografía le permite captar los pequeños detalles de la realidad que la circunda. La combinación de la textura documental con un desarrollo narrativo (tan utilizado en el cine realista actual) puede ser el rasgo más característico de su extensa obra, lo mismo que la irrupción de la subjetividad del autor (por medio de la voz en off, de la presencia física, del metalenguaje) en el universo objetivo que se retrata señala el crítico Sergio Fernández Piniña.
Su primera película fue «La pointe courte», donde se observa la influencia de Rosellini sus primeras obras reflejan el impacto del cine francés de la Nueva Ola destacando «Cleo de 5 a 7» (1961).
La segunda fase de su obra se sitúa a partir del Mayo del 68 contagiada según la crítica del espíritu optimista de la época. «La felicidad» (1965), «Las criaturas» (1966), «Lion´s Love» (1969), cuestionan la rigidez de la sociedad burguesa. Destaca «Una canta, otra no» (1977), con un estilo jovial transformando las luchas feministas en una danza de colores kitsch.
Uno de sus trabajos más destacados fue «Sin techo ni ley» (1985), protagonizado por Sandrine Bonnaire, dando vida a una vagabunda que sobrevive sometida al azar. En la película cohabitaron actores y personas del lugar, siendo el germen de toda una corriente de cine realista contemporáneo, encabezado por los hermanos Dardenne y Ken Loach. «Black panthers» (1968), «Daguerréotypes» (1975), «Murs, murs» (1980), «Jane B. par Agnès V.» (1987), «Cinévardaphoto» (2004), por no hablar de Los espigadores… y su secuela «Dos años después» (2002), están consideradas por la crítica pequeñas obras maestras del género y testimonios históricos y del paso del tiempo.2
En 2017 presentó su película, «Caras y lugares», realizada junto al artista JR, y en la que vuelve a plantear esa intersección entre documental, juego y exploración social de su cine. La película logró financiarse a través de un crowdfunding y el apoyo de su hija que buscó financiación en el MoMA que compró una copia para su fondo archivístico antes de que empezase el rodaje y la Fundación Cartier.