Consecuencia de la adherencia por parte de nuestro legislador, a los postulados neoliberales y regulacionistas fue la despenalización en el Código Penal de 1995, de la tercería locativa, que es una modalidad de proxenetismo que las feministas exigimos que sea reintroducida al Código. Este ejemplo evidencia cuán necesario es debatir sobre las implicaciones prácticas, políticas y jurídicas que pueden desplegar las diferentes teorías explicativas de la realidad.
Si además, estas teorías se presentan como feministas, el movimiento feminista tiene la obligación de analizarlas y concluir si son lo que se autoproclaman. Esto precisamente, es lo que lo que se ha hecho en la XVI Escuela feminista de Rosario de Acuña.
Varias ponentes explicaron por qué ellas defienden que la teoría queer no es feminista. Amelia Valcárcel explicó que el feminismo consta de cuatro elementos: una teoría, una agenda social, una vanguardia (quienes debaten y luchan por la puesta en práctica de la agenda social) y por último, los precipitados laterales, esto es, consecuencias derivadas y no contempladas de las victorias feministas. Amelia Valcárcel defendió su tesis de que la teoría queer es uno de estos precipitados laterales y junto las demás ponentes, analizó por qué los posicionamientos queer son troyanos que pueden despolitizar y restar fuerza vindicativa a la teoría feminista.
Se señaló la sustitución que se está haciendo de términos feministas (véase, igualdad política o liberación por diversidad), sustitución que muchas conceptualizamos como acción reactiva por lo funcional que le resulta al patriarcado. Se definió el género como institución patriarcal, forma de opresión en lugar de identidad o categoría de la personalidad tal y como defiende la teoría queer. Como veis, se han expuesto ideas, se ha argumentado y debatido. Sin embargo, las están acusando de generar odio y las están amenazando incluso con la interposición de demandas. Por eso, quiero mostrar todo mi apoyo y agradecimiento a las mujeres que participaron en estas Jornadas, a Amelia Valcárcel, Rosa María Rodríguez Madga, Alicia Miyares, Anna Prats, María José Guerra Palmero, Elena de la Vara, Ángeles Álvarez, porque son mujeres valientes y comprometidas que forman parte de esa vanguardia de la que tanto tenemos que aprender todas. Decía Voltaire, que para saber quien gobierna sobre ti, simplemente encuentra a quien no estás autorizada a criticar.
No estamos dispuestas a que esto pase. Por ello, seguiremos hablando.