Hace un año publiqué un artículo relacionado con los puntos de encuentro familiar.
La Plataforma Luna contra el (i)sap y los puntos de encuentro familiar nació en el año 2009, aunque llevaba años detrás del telón trabajando. Fue la primera plataforma en España que se crea precisamente por las malas prácticas que estábamos sufriendo las mujeres cuando por vía judicial éramos obligadas a asistir a los puntos de encuentro familiar (pefs).
Se ha escrito mucho sobre estos lugares aunque contra las injusticias nunca es bastante. Se han armado grupos de afectadas, asociaciones, más plataformas, redes, que vienen a denunciar lo mismo que denuncia la Plataforma Luna diez años después de su creación.
Ahora, en la Conferencia Sectorial de Igualdad se aprobó establecer una regulación o criterios comunes a todos los puntos de encuentro familiares (pefs), se encuentren donde se encuentren, sobre todo en los casos que se deriven con antecedentes de violencia de género.
Sin embargo, aunque hay que agradecer el interés y sobre todo el trabajo del Defensor del Pueblo que solicita se reevalúen estos lugares, en mi opinión, el punto de inicio no es correcto.
Por un lado, los maltratadores deberían tener CERO contacto con sus hijos e hijas a los que ha maltratado para conseguir una recuperación favorable y evitar la revictimización de los más débiles y desprotegidos. Estos maltratadores no deberían estar asistidos ni por estos puntos de encuentro familiar ni por ningún otro servicio. De otro lado y desde luego no menos importante nos encontramos que a pesar de que las denuncias que pueden considerarse falsas suponen un 0.0001%, en la actualidad la cantidad de denuncias que se archivan y sobreseen es tan elevada que nos encontramos con que el grueso de los usuarios de los puntos de encuentro familiar son presuntos maltratadores que exigen relacionarse con sus hijos e hijas, incluso solicitan su custodia. Que las denuncias se sobresean o archiven e incluso no se interpongan, que es lo que está pasando últimamente ya que las mujeres han perdido toda la confianza en el sistema que las revictimiza una y otra vez arrojándolas a una completa soledad, no significa que sean falsas ni que los hechos no se hayan producido. Sabido es que el sistema judicial español cargado de una ideología machista, patriarcal, arcaica, replica una y otra vez en las sentencias e informes psicosociales que “más vale un mal padre que ninguno” llegando a disculpar, perdonar y permitir una nueva oportunidad al presunto maltratador que evidentemente se crece ante este sistema que le protege.
Los puntos de encuentro familiar son lugares neutrales para facilitar el desarrollo de las visitas y estancias de los hijos e hijas con ambos progenitores. Son ellos mismos quienes se definen así, no es cosa mía. Sin embargo los pefs nunca, jamás fueron neutrales, ni fueron espacios de juegos ni transmiten bajo ningún concepto seguridad a las víctimas, porque las mujeres y sus hijos e hijas que son obligados a trasladarse hasta ellos son víctimas, no debemos olvidarlo.
Sólo con navegar un poco por la red buscando información encontraremos que toda su ideología y su labor está destinada a favorecer aquello de “la familia unida jamás será vencida” y por tanto aplican esa máxima cueste lo que cueste. Estos lugares son conducidos por asociaciones sin ánimo de lucro que en este momento son innumerables. En una misma Comunidad Autónoma nos encontramos con varias de ellas. Desde estos lugares también se realizan programas de intervención educativa (antes llamadas escuelas de buenos padres), programas de intervención familiar y también tienen asignados los centros de atención infantil y familia. Estas asociaciones mueven un abanico enorme de recursos destinados como digo a poner en práctica ambos sustentos “más vale un mal padre que ninguno” y “la familia unida jamás será vencida”. Toda, absolutamente toda la ideología que sustenta estos lugares está basada en el Síndrome de Alienación Parental (INEXISTENTE), al que gustan dar otros apelativos más amigables como interferencias parentales, polarización, revinculación, instrumentalización y un largo etcétera que sería imposible de enumerar, incluso alardean de ello en sus manifestaciones públicas y en sus páginas web.
Estos servicios son ofertados por contrato público, es decir, el sistema los externalizó desde su creación. Según la Comunidad Autónoma donde nos encontremos serán englobados en el Departamento de Justicia o de Bienestar Social. Esto quiere decir que sus servicios corren a cargo de todos y cada uno de los españoles los utilicen o no y que son cargados a los Presupuestos Generales del Estado y no precisamente con cantidades irrisorias sino todo lo contrario.
A ellos se accede vía judicial o vía administrativa a través de los servicios sociales. El tiempo de utilización del pef está limitado aunque en la mayoría de los casos derivados jamás se cumple. Emiten informes que se consideran periciales, cuya probatoria es imposible de recurrir porque se les da credibilidad absoluta, informes que firma el equipo técnico sin más datos, a lo sumo el sello de la asocación. Los profesionales que están a cargo no se identifican, tan sólo con el nombre de pila que las usuarias desconocen si es real. No responden a pregunta alguna y todo lo que las usuarias y sus hijos digan o hagan será posiblemente utilizado en su contra. El trato es degradante, humillante, se incumplen las órdenes de alejamiento y se obliga a los niños y niñas a relacionarse con su padre aunque no quiera. A la madre se le tacha de obstaculizadora o poco colaboradora si se le ocurre defender a sus hijos e hijas ante la negativa de realizar la visita. Como digo, todo ello se recoge en un informe que es enviado a los autos judiciales y que van creando una irrealidad absoluta sobre la situación. Se comunican con los juzgados, equipos psicosociales, trabajadores sociales en cualquier momento, sin respetar ni cumplir la protección de datos.
Empresas privadas, sin ánimo de lucro que cobran millones de euros por llevar a cabo auténticas torturas cada día. Profesionales que no lo son, que establecen contratos con Universidades, Escuelas privadas, incluso con el Inem y que en ocasiones ni contratan, simplemente son becarios o profesionales en prácticas que desconocen absolutamente estos temas tan delicados y graves como son los malos tratos a la infancia, malos tratos a mujeres o los ciclos de la violencia.
La Consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha ha sido muy acertada al definirlos como RATONERAS, porque efectivamente es lo que son. No respetan tiempos, ni la integridad física y no digamos ya la emocional. Someten en el tiempo a hijos e hijas y sus madres a verdadero terror, amenazas continuadas de perder la custodia si no colabora y lo triste, lo más triste y terrible es que no es falso, que cientos de mujeres han perdido la custodia de sus hijos por su mala praxis, por sus informes totalmente falseados, por invocar un síndrome inexistente que arrasa con todo lo que encuentra a su paso.
Parece ser que a ningún Juez o Jueza le ha chirriado que estos centros conviertan al malo en bueno y a la madre en malvada, perversa. A ninguno le ha resultado raro que estos lugares hayan dejado las peregrinaciones a lugares religiosos a la altura de la suela de un zapato, porque en dos escasas visitas, no ven violencia en el padre acusado, ven manipulación de la madre sobre los hijos y ven unos hijos que recuerdan falsamente y que no responden adecuadamente en presencia de la madre y lo hacen de forma diferente cuando ella no está. Este tipo de argumentario demuestra un total desconocimiento de la evolución emocional y física de un niño o niña. Demuestra desconocer absolutamente las secuelas que deja el maltrato y continuamente llevan a cabo una vulneración sistemática de los derechos de la infancia. Cuanto más obliga, insiste y consigue ese punto de encuentro familiar que se produzcan las visitas más preferencia para enviar a las familias desde los juzgados.
Los puntos de encuentro familiar, veinte años después siguen sin cumplir unos mínimos de seguridad, no han sido investigados ni cerrados muchos de ellos por no cumplir la normativa y éso ya es preocupante.
Las visitas vigiladas se producen a puerta cerrada, es decir, se cierra la puerta con llave. Las ventanas tienen rejas, la puerta de acceso es la misma en la mayoría de ellos, los no custodios llegan quince minutos antes y el custodio quince minutos después. Sin embargo, aunque haya un incumplimiento de horario, los usuarios no son avisados y por tanto no es posible saber si el no custodio llegó antes o no. Se prohíbe ir acompañados por familiares o personas de confianza, se prohíbe grabar, se prohíben los teléfonos móviles, en muchos de ellos se prohíbe realizar fotos y sin embargo ellos sí hacen fotos que luego cuelgan en sus despachos. El usuario jamás tiene acceso a su expediente, no se entrega justificación de asistencia, se firma en una hoja normalmente a la entrada, las cuestiones que se trasladan no son recogidas de manera alguna llegando incluso a negarlas o a desvirtuarlas en esos informes que remiten a los Juzgados.
Los puntos de encuentro familiar han roto demasiadas vidas, demasiadas infancias. No deberían haber roto ninguna y sin embargo lo han hecho, han causado daño de imposible reparación.
Links de asociaciones sin ánimo de lucro que dirigen los pefs.
https://www.apefa.es/centro-atencion-integral-familias.php actualmente denunciado. Enlace a la noticia
Cuatro años de tortura para su hijo en el CAIF
Documento de mínimos de los pef
Afortunadamente no van uniformados aunque a muchos de los que allí trabajan los galones no les faltan, si fueran uniformados nos estaríamos trasladando a tiempos pasados donde las mujeres de “mal vivir” eran rapadas, siendo aquellas mujeres de mal vivir no acordes al régimen político del momento o con pensamiento libre. Hoy, siglo XXI año 2019, para el régimen somos las divorciadas y las que denunciamos malos tratos por parte de nuestras parejas y padre de nuestos hijos e hijas las mujeres de “mal vivir”.
Deberían avergonzarles sus métodos y sus creencias.
UN MALTRATADOR NO ES UN BUEN PADRE Y DEBE TENER CONTACTO CERO CON LAS PERSONAS QUE MALTRATA
Quejas de puntos de encuentro familiar
Queja Extremadura Queja Móstoles
Estoy de acuerdo con todo lo que dices en el artículo sobre los PEFS. Pero brevemente voy a explicar mi caso. Un 9 de setiembre empuje a mi expareja, delante de nuestra hija, en una discusión, estaba borracho ( no quiero justicarme), entre la borrachera que yo mido 1’70 y 70 kg, ella 40 kg la empotre en la pared, con la mala «suerte» que le di en la nariz y sangro. Al día siguiente ella declaró lo más parecido a una paliza, que por recomendación de la abogada tuve que admitir para evitar el juicio, y esperar a haber que decía el forense ,ni su abogado la creía. Trabajos a la comunidad, 8 meses de alejamiento y al final lo único que le reconicio el forense fue el sangrado nasal y el golpe en la espalda contra la pared ( 90 euros de indemnización). Obviamente ella sigue con su erre que erre de que fue una paliza ( pero bueno). Yo la custodia no la quise, tengo problemas de alcol y desde los hechos me lo empece a tomar en serio, acudo a Alcolicos anonimos, y llevo 10 años yendo a la psiquiatra de la seguridad social dejando en manos de ella el día que pueda pedir la custodia compartida , cedi mi piso y me hice cargo de los gastos de este y de un préstamo que tenemos en común. A los seis meses tuve que aguantar un wasap del novio con 10 amenazas tres de ellas de muerte,¿ casualidad que fue tres días antes de firmar el convenio ? saco a la niña de la guardería sin comunicarlo a nadie y cambio de casa también sin avisar. Al acabar la orden yo no hice nada a la niña la veo cada 15 días y va mi madre a por ella. Un día me la encontré en el parque con la niña junio de este año para ser más exacto, le pregunté que porque no me había avisado de nada y si sabía algo de las amenazas, lo siguiente que hizo fue ponerse como una energúmena y tuve la mala suerte de que la gente que estaba en el banco de al lado eran vecinos de los padres, ese mismo día me cruce con el novio y me dió un puñetazo yo a él no lo conozco de nada el a mi si, y me imagino que será porque le enseñaría ella fotos. Me volvió a denunciar, por acoso, ala TBCs y 16 meses de alejamiento ( esto es lo de menos porque me di cuenta y dicho por su abogado personalmente a mí que va usar cualquier mínima cosa para seguir jodiendome) obviamente tuve que reconocerlo otra vez porque yo no tenía testigos. Obviamente algún día a no tardar voy a pedir la custodia compartida, no quiero que mi hija viva con semejante neanderthal. Y obviamente no me quiero cruzar con semejante mujer, que va a usar una ley ( desde mi punto de vista tienen muchas que cambiar) para seguir denunciando, por lo que los PEFs en este caso yo lo veo muy necesario, porque tampoco es plan de que esté mi madre yendo y viniendo cada 15 días a por la niña. Al novio aparte de la denuncia del hospital lo termine denunciando por las amenazas y lo digo en serio ojalá no le salpique a la madre. No sé si entra en el dato que das de denuncias falsas pero si quieren y ella es lo que quiere te pueden joder la vida sin mas.
Hola
No sé de qué puntos de encuentro es usted conocedora pero no estoy de acuerdo con lo que publica. Los usuarios de los PEF conocen el nombre y apellidos de los trabajadores, los informes van firmados con nombre y apellidos, los trabajadores no son becarios, no se encierra a los usuarios con llave y un sin fin de incoherencias más son las que usted publica.
Infórmese antes de publicar pues hace mucho daño.