“ La absorción por el Estado de todas las funciones sociales favoreció inevitablemente el desarrollo del más estrecho y desenfrenado individualismo. A medida que los deberes hacia el Estado se multiplicaban, los ciudadanos se liberaban de los deberes hacia los demás. En el gremio –y en la Edad Media todos pertenecían a algún gremio o cofradía-, dos “hermanos” debían cuidar por turnos al hermano enfermo; ahora basta con dar al compañero de trabajo la dirección del hospital para pobres más próximo….El resultado de todo esto es que por todas partes –en la vida , la ley, la ciencia, la religión -triunfa ahora la afirmación de que cada uno puede y debe procurarse su propia felicidad, sin prestar atención, a las necesidades ajenas”
Piotr Kropotkin El apoyo Mutuo
La importancia de los trabajos de cuidados es fundamental para sostener la vida. La mayor parte de estos trabajos recae sobre las mujeres. Son muchas de ellas las que cuidan niños y a personas dependientes. Según un artículo de El País publicado en octubre de 2019, 7´7 millones de europeas no trabajan para hacerse cargo de familiares frente a medio millón de hombres. Se considera el trabajo de los cuidados como un trabajo feminizado e invisibilizado, además de escasamente remunerado. El cuidado de la vida no produce beneficios económicos pero es el más importante. Sin ese cuidado no podríamos trabajar ni ayudar a las personas más vulnerables.
A continuación haré una breve exposición de como se forma en el s. XX nuestro actual estado de Bienestar, teniendo en cuenta que ya hubo antecedentes en el s. XIX, pero ninguno se ha generalizado y extendido como el sistema de seguridad social que se extiende en el mundo occidental en el s. XX. Tras la crisis de 1929 el desempleo en EEUU aumenta a un ritmo alarmante. En 1935 se crea la Security Social Act americana. Las ideas de John Maynard Keynes (1883-1946) inspiraron el Beveridge Report para la seguridad social de 1942 que ha sido considerada la Carta Fundamental del Welfare State. Establecía un modelo de seguridad social generalizado para el conjunto de la población, con independencia de la renta que cubriría todos las necesidades vitales, desde la cuna hasta la muerte. La legislación social del Reino Unido, gracias a Keynes, estaría a la cabeza de la sociedad occidental. Más adelante,esta legislación inspiraría a los sistemas de seguridad social de los restantes países europeos.
Esta se institucionaliza y se generaliza entre 1945-1950, se basa en estos puntos fundamentalmente;
- Prestaciones sociales en todos los aspectos
- Política tendente al pleno empleo
- Intervenir en el ciclo económico y procurar la redistribución de la riqueza
Se prolonga hasta los primeros años de los 70. En 1973 con la crisis del petróleo se produce una regresión de las prestaciones sociales debido al endurecimiento de las estructuras neocapitalistas. El control del sistema se producirá por poderosos oligopolios industriales y formas de organización social privada, ¿supone esto una incapacidad de los estados para hacer frente a los gastos sociales?
Actualmente, a finales del 2019, tras la crisis de 2008-2010, vivimos una recesión económica de amplio espectro. El FMI endeuda a los países, estos cubren la deuda con los recursos de los bienes públicos. Como se ha hecho con el rescate a la banca en España. Entre las causas de esta crisis se encuentran las fallas de la regulación económica, los delitos cometidos por los bancos, la crisis alimentaria mundial y energética además de una crisis crediticia e hipotecaria y de confianza en los mercados.
El rescate a los bancos con dinero público y los programas de austeridad económica quieren solucionarse con fuertes recortes sociales, estos provocan contestaciones y protestas y un aumento de la pobreza en gran cantidad de países del mundo.
Realmente, lo que hace el Estado del Bienestar es tratar de mantener la base del sistema capitalista neoliberal intentando proteger no de forma muy generosa las prestaciones económicas, seguridad social y asistencia. Parece ser que la clase proletaria ha renunciado a la lucha de clases al ver que sus condiciones de vida mejoran ( ¿está erradicada totalmente la lucha de clases?) esto solo es posible con un Estado de Bienestar que haga una redistribución de recursos equitativa ( ¿es esto real?).
Las propuestas actuales creadas ya en los años 70 que mejoran las condiciones sociales y medioambientales vienen de la Ecología, el Feminismo y el respeto a las minorías. Aquí voy a explicar que significa una Economía de los Cuidados y porqué un Estado de Bienestar debería tenerla como base.
ECONOMÍA DE LOS CUIDADOS
Vivimos en una crisis sistémica, hay ansiedad generalizada, incertidumbre, se multiplican las desigualdades sociales. Se refuerza el control heteropatriarcal sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, así habla Amaia Pérez Orozco en su libro Subversión Feminista de la Economía.
Desde el feminismo entendemos que el sistema socioeconómico actual se basa en un proceso socialmente garantizado de acumulación de capital. La responsabilidad colectiva de los cuidados se resuelve en esferas feminizadas e invisibilizadas. La inserción en el mercado solo puede ser alcanzada por un sujeto privilegiado que consigue que los trabajos de cuidados los hagan otros. Consideramos que el sujeto BBVAH (blanco, burgués, varón, adulto, y con una funcionalidad normativa y heterosexual) Frente a él se concentran el poder y los recursos, se define la vida misma.
La capacidad de poder sobre el mundo y de emprender cambios se multiplica si uno se percibe a sí mismo seguro y con poder, para lo que es de gran ayuda negar la inseguridad. Pero el problema reside en que sin sostener los vínculos con su grupo esos hombres no podrían mantener la seguridad en sí mismos, porque se les haría evidente la desproporción de su fuerza frente a la del universo…Parece un problema irresoluble, pero no lo fue.
Así dice en su libro La Fantasía de la Individualidad ,Almudena Hernando, que es profesora titular de Prehistoria en la Universidad Complutense en Madrid. Ha viajado y conocido como viven algunas tribus en Guatemala, Tailandia y Brasil, su formación en arqueología y en historia la ha ayudado a llegar a estas conclusiones:
La solución fue negar la importancia de la identidad relacional (mi identidad se determina porque soy madre de o hija de) y apostar por la racionalidad. A medida que aumentan el grado de individualidad, racionalización y control tecnológico, les resultaba imprescindible que las mujeres mantuvieran esa identidad relacional para que ellos tuvieran garantizados unos vínculos. Según la autora en esta fase empezaría la dominación patriarcal. Tienen que evitar dar importancia a esa identidad relacional para seguir manteniendo su poder. Las propiedades divinas que daban a los objetos sagrados serán dadas a los hombres, serán considerados como fuentes de seguridad y protección.
La identidad de estas mujeres se construye en función a las relaciones que sostienen, y no del yo, por lo que su inserción en redes familiares es imprescindible,. La Fantasía de la Individualidad, pág. 118.
El hombre evita manejar las emociones para aumentar su seguridad, su racionalización, se impone ante personas que no conoce, la mujer no. En su ámbito doméstico mantiene relaciones con las personas que conoce. Se mueve más en las emociones. La complementariedad se basa en la individualidad dependiente y en la identidad relacional.
Según la autora el hombre sentía más rechazo a esa identidad relacional porque ponía en evidencia la propia impotencia que se pretendía negar. Cuanto más necesarias eran, más negada se consideraba esa actividad. El discurso imperante invisibiliza las funciones de las mujeres. Era muy amenazante para los hombres que las mujeres se individualizaran, porque si ellas abandonaban su identidad relacional, también desaparecería la fantasía de la individualidad, desaparecerían las personas que hacen los trabajos de cuidados básicos para la supervivencia de una comunidad.
Volviendo de nuevo a Amaia Pérez Orozco urge el reclamo feminista de poner la vida en el centro. Es sencillo para muchos dejarles el marrón y la labor a las compañeras alabando, mientras, la importancia de los cuidados y el amor desplegado en ellos.
Desde la economía feminista se denuncia que el paradigma neoclásico se construye sobre la ausencia de las mujeres, se niega relevancia económica a las esferas que se asocian con la femineidad: el ámbito de lo privado-doméstico, el hogar y los trabajos no remunerados.
Se defiende una economía de decrecimiento que respete el medioambiente, decolonialista (no acumular riqueza gracias a la explotación de trabajadores de países en vías de desarrollo) y basada en una Economía de los Cuidados.
Esta autora se remitirá al concepto de interdependencia. Los vínculos son fundamentales para sostener la vida. Nuestro sistema privilegia a unos que acceden fácilmente a los recursos y a servicios de cuidados dignos. Esta ficción permite y consiente la precariedad de millones de personas. No somos independientes. Los trabajos de cuidados crianza, tareas domésticas, el cuidado al dependiente son trabajos invisibilizados que se relegan a mujeres con mayor precariedad económica o mujeres migrantes.
Dice Silvia Federici que la diferencia entre una mujer sin formación superior y una experta profesional que trabaja a jornada completa es que esta última requerirá de la primera para poder llevar a cabo las tareas doméstica y de cuidados que requiere en su casa. ¿Seguimos promoviendo la desigualdad cuándo contratamos a mujeres que hacen un importante trabajo a cambio de un sueldo bajo y sin cotizar? La verdad es que haciendo esto nos mantenemos dentro de los parámetros del sistema, pero este tampoco nos ofrece condiciones fáciles. ¿Por qué no la existencia de asistentes asegurados y subvencionados por los servicios públicos para este tipo de laboreS?
Las condiciones de estos trabajos son muchas veces de semiesclavitud. Mujeres de clase media baja o migrantes son las que se dedican a cuidar por muy poco precio, desatendiendo a la vez, las necesidades de sus propias familias. Arlie Hochschild habla, en este contexto de “transferencia global del cuidado y las emociones” y de la formación de “cadena de cuidados global”. Gracias al trabajo de estas mujeres, los estados se ahorran millones de euros. El trabajo de cuidados es un trabajo feminizado, invisibilizado y poco remunerado ejercido por mujeres en una situación económica precaria.
Si como hemos visto su trabajo es tan fundamental en la sociedad, por qué tienen que seguir en un estado de semiexplotación?, ¿Por qué tienen “ellas” que seguir sosteniendo la vida de los otros?
Siguiendo con Perez Orozco, Se sigue diferenciado los trabajos que permiten la lógica de la acumulación y aquellos de cuidados. Por eso esta autora habla de un conflicto capital vida. El sistema capitalista, heteropatriarcal y neocolonialista no resuelve de forma eficaz el trabajo de los cuidados. Porque son los mercados y su lógica de acumulación los que están en el epicentro.
Por eso es necesario crear nuevos mundos posibles, para ellos se debería…
–Un lugar común al que llegar. Hay un malestar, una crisis que hace que En esta construcción se han de combinar dos planos: Proveer respuestas urgentes ante la crisis de reproducción social, evitando la precarización laboral y el aumento de la exclusión social. Y segundo, es necesario sentar las bases de una transformación sistémica. Podemos optar por reformar (mejorando lo que hay) o por la revolución (transformación radical de base).
- Se apuesta por el decrecimiento ecofeminista. De este concepto tomamos dos ideas: ¿Qué vida? En relación a vivir mejor con menos. Reducir el consumo. ¿Cómo vivir? Reduciendo los espacios movidos por la lógica de la acumulación. La vida humana se desarrolla al lado de la naturaleza respetando el medio ambiente y siendo conscientes que ya se han superado sus límites. La vida de las personas es vulnerable e interdependiente, necesitamos a los otros para sostenernos y ser cuidados. La autosuficiencia es una fantasía que inmola y feminiza la dependencia.
PROPUESTAS PARA UNA ECONOMIÁ DE LOS CUIDADOS DENTRO DE NUESTRO ESTADO DE BIENESTAR
-¿Cuál es la vida que merece la pena ser vivida?
Parece ser que solo algunas vidas son digas de ser lloradas y más cuanto más se acercan a las características del sujeto BBVAh. Esa autosuficiencia niega la interdependencia y la ecodependencia. Esta lógica de acumulación capitalista requiere el sacrificio de otras vidas humanas. Nuestro uso del buen vivir debería hacerse contra una lógica productivista y de crecimiento para sustituirla por una lógica de sostenibilidad multidimensional (ambiental, social, reproductiva). La expresión aymara “Suma Qamaña” Expresa un vivir bien en sentido comunitario, una sociedad buena para todos. Y a continuación enmero las propuestas que Amaia Pérez Orozco enumera en su libro Subversión feminista de la economía.
- Sostener desesidades multidimensionales: Es precisamente el deseo lo que el capitalismo atrapa y no por lo que da, si no por lo que promete. Por eso es necesario que en nuestro horizonte de tránsito esté el goce y el deseo. Pero para ello habrá que desmontar dos dicotomías producción/reproducción y necesidad/ deseo. Esta dicotomía es propia de una epistemología patriarcal. Se supone que la producción colma deseos y la reproducción, necesidades. Nuestra satisfacción en una vida digna de ser vivida ha ser cubierta por desesidades, por recursos materiales y afectivo-relacionales estos están ligados de forma indisoluble. El acto de dar comida tiene un componente afectivo. Amigo, familiar, pareja. Los feminismos han visibilizado que aspectos como el cuerpo, el sexo o las emociones, han permanecido en “los límites del análisis económico”.
- Poner límites a la felicidad individual.” Soy feliz porque consumo lo que poseo”. Actualmente los mercados son estructuras multiplicadoras de desigualdades. Estos mecanismos garantizan que los sujetos privilegiados, gracias al proceso de acumulación, puedan sacar adelante sus nociones concretas de felicidad. Negar los límites del planeta solo es factible a partir de la apropiación de aquellos recursos que no nos corresponden, del agotamiento de los recursos que pertenecen a las generaciones futuras. La lógica de acumulación invade los límites y devora continuamente vidas humanas, animales y vegetales.
- Gestionar la interdependencia en términos de reciprocidad y no de explotación y desigualdad: Reconocer desesidades, reparto y valoración de los trabajos más adecuados. El buen vivir no es sólo una búsqueda de satisfacciones, como dice Silvia L. Gil: “¿Qué ocurre con la vejez, la enfermedad, la tristeza o la muerte?”. Hay que hacerse cargos de los cuidados y la limpieza de forma recíproca evitando la feminización de estos trabajos.
- El buen vivir es posible si disponemos de nuestro cuerpo de forma libre. Elección del parto, libre vivencia de la sexualidad trans y queer. Cuerpos que no encajan en el BBVAh.
- El buen vivir la responsabilidad de llevarse a cabo la vida debe ser desprivatizada y desfeminizada. Des-privatizar, sacarla de lo doméstico y ponerla en lo público. Des-privatizar: Decosntruir las identidades sexuadas, acabando con la división sexual del trabajo y con un sistema de valoración heteropatriarcal que menosprecia la reproducción de la vida. Es necesaria una ruptura frontal con el sistema socioeconómico actual
- Democratizar los hogares. Compara a los hogares con cajas negras. Ni se ven como tales, ni se ve lo que sucede dentro. Los hogares son la unidad socioeconómica básica, hay que hablar de ellos, hacerlos permeables y abordarlos como asuntos que conciernen al conjunto social. Dentro de ellos operan relaciones de violencia y poder siendo cómplices del conflicto capital-vida en el que vivimos. Acabar con la escisión público/privado. Para ello hay que convertir en responsabilidad de todos los miembros todas las tareas del hogar y no hacer una división sexualizada de los trabajos que se hace actualmente. Construir formas de convivencia que sean libremente elegidas que estén comprometidas y que respondan a las partes vulnerables de la vida. Haces las tareas consideradas más feas. Esto ha de ser tarea del conjunto social, labor común no privatizada.
- Si no queremos mercados(capitalistas) ni hogares (heteropatriarcales), entonces, ¿Qué? Si quitamos los recursos al capital, ¿Dónde los pondremos a circular? Si sacamos las tareas de los hogares, ¿Dónde las resolveremos? Sigue a Ana F. Vega (2006) lanzaba una propuesta para los cuidados que aquí retomamos para hablar del conjunto de los procesos que sostienen la vida
- Redes de intimidad: Hogares democratizados o familias de elección. Compartir tareas y trabajos. Un hogar dinámico en recomposición y con fronteras móviles y difusas.
- Redes de cercanía: La comunidad. Iniciativas de autogestión y solidarias, unas monetizadas y otras no. Bancos de tiempo, centros sociales autogestionados, huertos urbanos, mercados sociales, monedas locales.
- Instituciones colectivas de mayor alcance: Lo público. Aquí se deberían garantizar los principios de universalidad y singularidad.
Podemos imaginar el conjunto como redes que se conectan dentro de cada nivel, unos hogares con otros, unas comunidades con otras. El funcionamiento entre ellas permite la vida y su ausencia producirá la precariedad.
¿Cuál sería el papel en todo esto? Apuesto como la autora por una defensa férrea de lo público, tanto por aquello que queda todavía como por una reversión de lo privatizado y por una ampliación de los ámbitos vedados al ánimo de lucro. El conflicto capital-vida es consustancial al estado de bienestar, este se sostiene sobre la depredación medioambiental, el expolio de los países de la periferia y la división sexual del trabajo.
Considero como ella que el Estado es un instrumento fundamental en la construcción de una responsabilidad colectiva sobre el bien-estar. Su actividad debe dar respuestas a situaciones urgentes y frenar el avance de la crisis de reproducción social.
Debemos disponer de recursos públicos para responder a las desesidades del buen vivir. Es necesario dos cosas:
-Una reforma fiscal que implique la priorización de los impuestos directos sobre los indirectos; gravar más al capital que al trabajo.
-Reorganizar el gasto público. Lo que sea público ha de ser plenamente y de calidad. El estado debe recuperar su rol como empleador público y como referente para el mercado de trabajo en la salvaguarda de condiciones laborales digna.
Para concluir quisiera indicar que uso de la razón y de la individualidad constituyen instrumentos fundamentales para el empoderamiento humano y este empoderamiento no es posible sin estar unido a un grupo de pertenencia. No somos ni dependientes ni independientes, sino más bien interdependientes.
Tal como dicta el discurso patriarcal, la emoción pertenece a lo privado, y la razón a lo público. Los vínculos afectivos y familiares quedan en el ámbito privado. Kate Millet (1934-2017), famosa escritora estadounidense, será famosa por la frase “lo personal es político” de esta forma vemos que todo aquello que ocurra en el terreno personal debe transferirse a lo social, uno y otro se vinculan como una pescadilla que se muerde la cola. Así el ámbito privado como es la casa familiar debería ser más permeable para permitir el acceso a la comunidad y a la ayuda económica o asistencial.
Un amor que esclaviza, ¿es amor?
BIBLIOGRAFÍA
Federici, Silvia: Revolución en punto cero, Madrid, Traficantes de sueños, 2013.
Hernando, Almudena: La fantasía de la individualidad, Madrid, Katz Editores, 2012.
Pérez Orozco, Amaia: Subversión feminista de la economía, Madrid, Traficantes de sueños, 2014.
BIBLIOGRAFÍA EN INTERNET
Abellán, Manuel Angel: Revista de derecho político, nº42,1996, págs 95-135.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=57220
Wikipedia contributors. (12de noviembre de 2019) “Crisis financiera de 2018”. Wikipedia, The Free Encyclopedia https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_de_2008