El concepto de control coercitivo ha representado una aportación muy importante en relación a la lucha contra la violencia de género, ya que plantea el conocimiento de la violencia de la pareja contra la mujer teniendo en cuenta la estrategia y el patrón de dominio bajo la que se desarrolla en la realidad y que está invisibilizado social e institucionalmente.
Descrito por Evan Stark ha supuesto una aportación fundamental y clarificadora en el campo de la violencia contra la mujer, con implicaciones en su abordaje y a nivel legal, que algunos países están introduciendo recientemente en sus sistemas legales.
Evan Stark (1,2) es un reconocido experto mundial en violencia contra la mujer. Sociólogo, trabajador social y forense, ha sido profesor de la universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EEUU) y colaborador de otras muchas universidades. Investigador de reputación internacional en las dimensiones legales, políticas y de salud de la violencia contra la mujer, incluidos sus efectos en los niños, es en la actualidad consultor de gobiernos de diferentes países y promotor de cambios legislativos.
Evan Stark fue uno de los fundadores de uno de los primeros refugios de violencia doméstica (*) de Estados Unidos, el Proyecto New Haven para Mujeres Maltratadas, en los años 70, y ha trabajado en la prestación de servicios directos para estas víctimas y como investigador (3).
Su aportación más importante es su libro “Control Coercitivo. Cómo los hombres atrapan a las mujeres en la vida personal” (2007), libro premiado en 2007, a la excelencia en sociología y trabajo social de la Asociación de Editores de EEUU (4).
Ha sido considerado “uno de los libros más importantes jamás escritos sobre violencia doméstica (*), que los abogados, los encargados de formular políticas y los académicos deberían leer” (1,2), “de lectura obligada…hace una poderosa crítica del sistema legal penal” (3), “transformará nuestra comprensión de la violencia contra las mujeres y colocará la campaña contra el abuso directamente en el centro de la revolución feminista y el movimiento por la universalidad de derechos humanos. En el nuevo paradigma de Stark, la violencia física es solo la punta de un iceberg de intimidación, aislamiento y privación de las necesidades diarias que equivale a una negación para las mujeres de su personalidad y ciudadanía plena. Todo teórico, defensor y jurista de derechos humanos debe leerlo” (3). .
En este trabajo, que tiene sus raíces en el movimiento de mujeres maltratadas en los primeros refugios que se crearon en EEUU, Stark “profundiza en las complejidades del control patriarcal, explicando cómo a medida que avanzaba la liberación de las mujeres, el control institucional (público) de las mujeres, se volvió más inaceptable socialmente, y se transformó en dominio sobre las mujeres dentro de sus hogares, descentralizado y oculto a la vista del público” (2)
En un extracto de entrevista a Evan Stark dice “el control coercitivo es un curso estratégico de comportamiento opresivo diseñado para asegurar y expandir el privilegio basado en el género al privar a las mujeres de sus derechos y libertades y establecer un régimen de dominación en la vida personal. Esto significa que el maltrato es comportamiento racional e instrumental y no una pérdida de control, es continuado en lugar de episódico, está basado en tácticas múltiples como violencia, intimidación, degradación, aislamiento y control”. “Las tácticas no violentas utilizadas en el control coercitivo invaden todos los ámbitos de la actividad de las mujeres”. La frecuencia del control coercitivo es elevada, ya que “el 60-80 % de las mujeres maltratadas experimental el control coercitivo más allá del abuso físico y emocional”, puesto que “el control coercitivo es un concepto más amplio que el de violencia doméstica”. “Las leyes de violencia doméstica se centran y responden a incidentes individuales de acuerdo con el nivel de daño físico, en consecuencia, el control coercitivo, donde la violencia frecuente de bajo nivel se acompaña de otras tácticas, no tiene legitimación legal”, ya que “pocos elementos de control coercitivo se consideran actualmente criminales, o son solo delitos cuando se cometen contra extraños”. En la respuesta a las victimas dice “cuando se enfrentan a los tribunales las víctimas sienten que están en diferentes planetas, el maltratador es el «padre suficientemente bueno» y la mujer puede ser castigada por negarle el acceso. Los sistemas confabulan con el agresor y apoyan su control y / o uso de los niños” (5).
El control coercitivo está descrito como un patrón maligno de dominación, el ambiente de violencia que vive la mujer con el agresor, no se refiere solamente a episodios aislados, sino a un patrón continuo de intimidación, dominio y control. Estos abusadores coartan y secuestran la vida de sus víctimas, convirtiéndolas en rehenes y privándolas de libertad, sin tener en cuenta su integridad y sus derechos como persona.
El control coercitivo está descrito como un patrón maligno de dominación, el ambiente de violencia que vive la mujer con el agresor, no se refiere solamente a episodios aislados, sino a un patrón continuo de intimidación, dominio y control.
El dominio, el ejercicio de poder del maltratador sobre la víctima, se realiza a través de tácticas variadas de control, adaptadas al conocimiento que tiene de la persona, la intimidad y las circunstancias que la rodean y que se ejerce a través de amenazas, agresiones, aislamiento, degradación y subordinación de la mujer.
Es terrorismo íntimo porque destroza la vida de las mujeres y sus hijos, en sus relaciones íntimas, y de forma invisible, puesto que no se ve ni se detecta cuando pide ayuda.
Si bien este concepto es conocido desde hace años, ha tenido una creciente importancia en la literatura científica, hasta ser introducido recientemente en las legislaciones de algunos países. Según la APA (2019) “Al elevar el control coercitivo de un delito menor de segunda clase a una violación de los derechos humanos, Stark explica por qué la ley, la política y la defensa deben cambiar su enfoque para enfatizar cómo el control coercitivo pone en peligro la libertad de las mujeres en la vida cotidiana” (6). Inglaterra y Gales convirtieron el control coercitivo en un delito en 2015 . Posteriormente se legisló en Irlanda en 2018 y en Escocia en abril 2019, esta última legislación descrita por E. Stark como «stándar de oro». En EEUU, el estado de Nueva York ha sido el primero en presentar un proyecto de ley de control coercitivo (7), seguido de California. En Australia (8) y en Francia se demanda su legislación. En Canadá el concepto de violencia coercitiva se incluye en la legislación del derecho de familia (). El colectivo de investigación feminista FemAnVi (www.femanvi.org/en/) presentó en abril 2019, en Otawa, su tercera conferencia internacional “Control coercitivo: mejorar las respuestas a la violencia doméstica”, que reunió a expertos de Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido, con el fin de mejorar la respuesta en el sistema de justicia penal, el derecho de familia y los servicios de protección infantil. Otras asociaciones de defensa de las madres como “la red internacional de madres en lucha” en Francia (), o “women´s aid” () en Inglaterra y otras más han contribuido a su conocimiento y difusión.
En las separaciones, el control coercitivo se ejerce sobre las madres a través de los hijos. Estos abusadores persiguen en los tribunales a las mujeres y los hijos para seguir con el control y dominio, se consideran separaciones conflictivas cuando son separaciones por violencia que no está reconocida. Las mujeres y los niños no son protegidos y estas mujeres siguen viviendo el terror cuando se separan a través de los hijos. Conocer que es el control coercitivo y como funciona, contemplarlo en la lucha contra la violencia de la pareja y en la protección a las mujeres y los hijos es importante, y así lo están considerando cada vez más países en el mundo, porque abarca el abuso en su verdadera dimensión de control y dominio y daría una mejor respuesta a la violencia de género.
En la publicación de E. Stark “re-presentando a las mujeres maltratadas: control coercitivo y la defensa de la libertad” (2012), expone en tres partes lo que significa el control coercitivo y como abordarlo. La primera parte analiza las deficiencias del modelo de violencia que se utiliza en casi todo el mundo para responder al abuso de la pareja y que ignora que las agresiones físicas van acompañadas de múltiples tácticas no violentas que pueden ser más devastadoras e importantes para las víctimas. La segunda parte describe el modelo alternativo de control coercitivo, que muestra que la presencia de tácticas de control predicen una variedad de daños, incluida la violencia sexual, física y fatal, mucho mejor que la agresión física. El resultado en una condición de atrapamiento como rehén que surge de la supresión de la autonomía, los derechos y las libertades de la víctima. Las tácticas de control explotan y refuerzan las desigualdades de género y utilizan los estereotipos de género para perpetuarse. La tercera parte aborda adoptar el control coercitivo para una mejor intervención de la violencia, la prioridad de la seguridad se complementa con un énfasis en la libertad de las víctimas (9).
Resumen del artículo en parte II
BIBLIOGRAFIA . ENLACES
(1)https://us.sagepub.com/en-us/nam/author/evan-d-stark
(2) https://coercivecontrolcollective.org/news/2018/3/26/person-to-know-evan-stark
(3) Coercive Control: How Men Entrap Women in Personal Life http://www.ncdsv.org/images/Coercive Control.
(4) https://global.oup.com/academic/product/coercive-control-9780195384048?cc=es&lang=en&#
(5) www.coercivecontrol.us/what-is-coercive-control/
(6) Coercive control:How men entrap women in personal life. https://psycnet.apa.org/record/2007-05264-000
(7) www.coercivecontrol.us/
(8) http://theconversation.com/its-time-coercive-control-was-made-illegal-in-australia-114817.
(9) https://www.stopvaw.org/uploads/evan_stark_article_final_100812.pdf
(*) en la literatura científica se utilizan diferentes términos para referirse a la violencia contra la mujer.