A finales del año pasado, empezamos a leer notas en los periódicos que decían que activistas por los derechos de las niñas y niños aplaudían la aprobación en comisiones del Congreso de la Ciudad de México la llamada “ley trans”, para agilizar el cambio de identidad de género en las personas menores de edad.
Ya desde noviembre de 2019, comisiones unidas del Congreso local avalaron reformas para que los menores de 18 años pudieran decidir su sexualidad y cambio de nombre sin necesidad de que sus padres los acompañen al Registro Civil. Sin embargo hubo críticas sobre contradicciones con el Código Civil que hicieron que la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum pidiera que se pospusiera la aprobación de esta Ley.
Hoy nuevamente las Comisiones Unidas de Justicia y de Grupos Vulnerables progres y liberales aprobaron un nuevo dictamen que se aprestan a pasar al pleno para que se apruebe, a pesar de las consecuencias que una Ley de este tipo puede tener sobre la salud y la vida de niñas y niños.
Las y los activista consideran que es positivo el avance de la iniciativa de Morena, porque corrige un problema de discriminación institucional, toda vez que colocar en la decisión de un juez “un asunto del libre desarrollo de la personalidad” es discriminatorio.
Lamentaron la supuesta existencia de un “debate entre miradas” porque lo que refleja es la existencia de un problema cultural del siglo pasado que sigue considerando a niñas, niños y adolescentes como objetos de protección y no como sujetos de derecho.
Eso permite justificar la violencia como método de educación, y ha tolerado que ocho de cada 10 abusos sexuales contra la niñez sucedan en silencio en las familias.
“El Estado mexicano está obligado a garantizar los derechos humanos sin injerencia de grupos religiosos, prejuicios discriminatorios o presión de grupos antiderechos humanos”, aseveraron.
Resaltaron que en México se congratulan también por las iniciativas de ley presentadas recientemente en el Senado de la República.
Lo que la propia Red por los Derechos de la Infancia, una red muy importante en México que lucha por los derechos de las niñas y niños y que está entre las organizaciones que apoyan la Ley, pienso que no alcanzan a ver que a esas niñas y niños los someten a bloqueadores de la pubertad.
Como ya había yo había escrito hace un año, hay dos clases de bloqueadores de la pubertad:
- Una varilla flexible llamada acetato de histelina que va debajo de la piel del brazo y dura 1 año.
- Una inyección llamada acetato de leuprolida, que funciona durante 1, 3 o 4 meses a la vez.
Anti-andrógenos son otra clase de medicina que las niñas y las personas no binarias a quienes se les asignó como hombres al nacer pueden tomar para disminuir los niveles de testosteronas en sus cuerpos.
Los bloqueadores de pubertad son diabólicos. Especialmente Lupron que se utiliza en el tratamiento de FIV y ‘donación’ de óvulos. Sólo fue aprobado por la FDA para el cáncer de próstata en los hombres.
Conduce al adelgazamiento óseo y a la osteoporosis que puede conducir al desmoronamiento de la columna vertebral a los 20 años. Lo sabemos porque también se le dio a las chicas muy altas para atrofiar su crecimiento.
Es un abuso infantil administrar estas medicinas a las niñas y niños que son adoctrinados por sus maestras y maestros/madres y padres/la sociedad haciéndoles pensar que se les asignó un género incorrecto al nacer. Pero lo que es cierto es que no se nos asigna un género al nacer. Nacemos mujeres XX, hombres XY o intersexuales.
Lo cierto es que este sinsentido /delirio sigue siendo aceptado por más y más personas es alucinante….
Y como dice la famosa feminista Renate Klein, el tratamiento de testosteronas no es barato, cuesta entre doscientos y cuatrocientos dólares de por vida. Estas pobres niñas/mujeres a niños… ¿Es acaso el borrado de las mujeres?… El patriarcado es muy inteligente con su bolsa de trampas. Me acordé de Marx, y me di cuenta de que los propósitos están claros si sólo «seguimos el dinero».
Este es, sin duda, uno de los aspectos más ominosos de la ideología transmisógina: los bloqueadores de la pubertad para niñas y niños. Y el uso de hormonas para cambiar de género las convierte en una inversión muy lucrativa, ya que, como lo mencionamos líneas arriba, el costo actual del tratamiento de testosteronas para quien transita a hombre en los Estados Unidos está en el rango de $200 a $400 dólares por mes, gasto que se tiene que hacer de por vida.
Otro hecho ominoso, como lo reporta Feminist Current actualmente hay muchas más niñas y mujeres que quieren transitar a hombres que hombres y niños que quieren transitar a mujeres. Existen estimaciones de que la proporción es 3 a 1 de niñas a niños. (Vea https://www.thetimes.co.uk/article/surge-in-girls-switching-gender-c69nl57vt). Cuando algunas de nosotras hablamos del borrado de las mujeres que sugiere esta tendencia de niñas a niños, nos sugiere que esto no es una exageración, ya que estás jóvenes mujeres desaparecerán como mujeres cuando empiecen a transitar a hombres.
Si estas mujeres jóvenes comienzan a tomar testosterona – incluso suponiendo que son mayores de 18 años – su riesgo de enfermedades del corazón, diabetes, presión arterial alta y colesterol alto puede subir, y la esperanza de vida podría bajar, porque los hombres viven en promedio 5 años menos que las mujeres, en parte, como resultado de la testosterona.
Me sorprenden los hechos y la política en este campo, pero más me sorprende el horrible silencio en lugar de sostener una discusión racional sobre este tema y este es sólo un ejemplo de lo que está sucediendo a partir de la ideología queer y de las identidades de género que ya no corresponden a las mujeres, ni a sus derechos.
Y esto tiene que ver con la agenda del Grupo del Diputado Temístocles Villanueva, que el único interés que tienen es la agenda de la diversidad sexual, entre los temas que se destacan son la reglamentación de la prostitución, los baños mixtos, los vientres de alquiler y ahora la infancia trans. Además desde su puesto de Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Ciudad ha colocado en puestos claves a personas gays, como por ejemplo en la Comisión de Atención a Víctimas de la Ciudad, en la Comisión de Búsqueda de Personas, o Jaime Morales, que hace unos días fue denunciado por distintas Organizaciones Sociales de estar usando, desde la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social, el presupuesto público para apoyar la candidatura de una persona trans que se postuló a la Presidencia del Consejo Nacional para Eliminar la Discriminación.