No aceptaremos lo inaceptable

Puri Liétor
Puri Liétor
Psicóloga sanitaria y activista Feminista
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Mientras escribo este artículo aún resuena en mi cabeza la magnífica Ponencia desarrollada por Silvia Carrasco Pons este domingo 21 de Noviembre, en la X Jornada de la Casa de la Dona, en la que además se ha hecho entrega a nuestra querida maestra Rosa Cobo Bedia del Premio Séneca Falls

En su, como no me cansaré de reiterar, magnífica Ponencia, nuestra competente, cualificada y comprometida compañera Silvia Carrasco nos ha hecho mirar de frente una verdad que entreveíamos, pero que no alcanzábamos a medir en su verdadera dimensión: la parasitación de las políticas educativas con perspectiva de género y proyección igualitaria diseñadas al amparo del modelo Coeducativo. Estas políticas  tenían como objetivo desmantelar el sexismo generado por un modelo de educación androcéntrico, que es el que sostiene y refuerza la desigualdad estructural que nos coloca a las mujeres, en función de nuestro sexo, en situación de susbsidiariedad respecto a los varones.

Esa parasitación ha llegado de la mano de la diversidad y la inclusión de una multiplicidad de “identidades”, para bloquear la transformación social que la Teoría ética y Política Feminista propone y persigue.

Frente a la transformación del modelo socioeconómico patriarcal, (actualmente en alianza incondicional  con el liberalismo depredador) que ofrece el marco teórico y político Feminista, el dogma queer representado por el movimiento transactivista supone la acomodación en este asfixiante y destructivo modelo, que no tenemos que combatir ni desmontar sino redecorar, reetiquetar y “transitar”.

“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”, y es igualmente necesario que no se descubra el trampantojo. Así que los medios de comunicación, y las esferas cultural y educativa han de ir en sintonía y rebotar una y otra vez de forma circular los mismos mensajes, que por “responsabilidad social ante colectivos vulnerables” la clase política recogerá y se comprometerá a incluir en su ideario político.

En su ponencia Silvia Carrasco ha mostrado la guía para la educación afectiva y sexual para alumnado de Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos, “Els nostres cossos, els nostres drets”, analizada y denunciada públicamente por el Front Abolicionista-PV, trabajo que nos enorgullece que haya valorado y agradecido Silvia Carrasco, como el mejor ejemplo de parasitación queer en el ámbito educativo, tanto por la extensión en el número de páginas como por la normalización del muestrario de estereotipia y mandatos patriarcales que presenta. Y teniéndola como referencia voy a intentar mostrar cómo se está articulando el bloqueo, desde frentes muy distintos pero enlazados por el mismo hilo discursivo,  a la transformación social que ofrece el discurso político Feminista.

Hace unos días, en un artículo de opinión titulado “Políticas rápidas y baratas contra la prostitución” publicado en un importante periódico nacional, aparecía la siguiente valoración:

“Creo que las actuales políticas sobre el consentimiento están construyéndose sobre una peligrosa confusión entre voluntad y deseo, por la que no se sabe muy bien si consentir es lo mismo que elegir una cosa o que desearla. Y no son lo mismo.

Una mujer puede elegir tener una relación sexual sin desearla y puede consentir sin deseo, no sólo en el marco del trabajo sexual, sino también en muchas situaciones de la vida cotidiana.

Obviamente me parece positivo que aspiremos a que las relaciones sexuales sean deseadas, pero me parece muy peligroso hacer del “sexo deseado” el criterio del derecho penal para delimitar la violencia sexual.

Se puede consentir sin deseo y eso ha de ser respetado como una elección del sujeto, pero, además, es que se puede desear algo y, a la vez, oponerse a ello y decir que no.

Estos feminismos actuales que confunden voluntad y deseo y hablan de “consentimiento entusiasta”, o de que una violación es una relación “no deseada”, me parece que conllevan inevitablemente una visión moralista sobre el sexo en la que, al final, se está volviendo al modelo tradicional y patriarcal del amor y del sexo amoroso como sexo típicamente propio de las mujeres”.

Este es un fragmento del apartado Respuesta Sexual Humana de la guía “Els nostres cossos, els nostres drets”:

“Así, frente a los modelos clásicos (como el de Masters y Johson o Kaplan) que describen la RSH (Respuesta Sexual Humana) como etapas sucesivas, hoy en día se prefieren los modelos circulares que destacan la influencia recíproca de las fases y la no linealidad (Rosemary Basson, JoAnn Loulan…).

(El apartado incluye un recuadro con el Modelo Circular de Respuesta Sexual Femenina de Rosemary Basson).

La sexóloga Joann Loulan ha propuesto un modelo no lineal con seis elementos: la disposición, el deseo, la excitación, la congestión (engorgement), el orgasmo y el placer.

Estos elementos no han de ocurrir en ningún orden en particular, sino que se puede pasar de una etapa a otra, y no se debe pasar por todas necesariamente.

La disposición es un aspecto cognitivo que significa que tomas la decisión de tener sexo, lo desees o no; es decir, puedes decidir que quieres tener una relación sexual aunque en ese momento no tengas ganas.

El deseo de querer activamente sexo puede llegar después de tener disposición, antes de tenerla, o no llegar.

La excitación es la forma en que nos sentimos emocionalmente, y puede estar correlacionada o no con la congestión genital, ya que por un lado están los cambios fisiológicos y por otro la excitación subjetiva (que a menudo depende de la interpretación del estímulo) y condiciona si decidimos intensificar la estimulación sexual o no.

La congestión es la etapa de mayor excitación sexual (lubricación, erección…).

El orgasmo es la etapa de liberación de la congestión pélvica, y como todas las demás etapas, puede ocurrir o no, y el hecho de que no se experimente no convierte el encuentro sexual en anormal.

El elemento final, el placer, se mezcla con todos los otros, ya que incluye sentimientos tanto físicos como emocionales, y puede obtenerse en cualquiera de las etapas. Lo que importa no es el orgasmo sino cómo se sienten las personas sobre la experiencia global.”

La Respuesta Sexual Masculina es diferente a la Femenina pero la respuesta sexual de los varones no se explica en ningún momento en el apartado que la guía dedica a la Respuesta Sexual Humana. Cuando más necesario es proporcionar información real sobre el comportamiento sexual de mujeres y varones, y sobre prácticas sexuales sanas a partir de las cuales poder desarrollar relaciones igualitarias basadas en el buen trato, el comportamiento sexual de los varones no se estudia.

Además tanto el modelo de Rosemary Basson como el de JoAnn Loulan son modelos terapéuticos, diseñados en el contexto de la terapia sexológica, y en concreto el de esta última diseñado para tratar la falta de deseo en parejas de lesbianas de larga duración, y una de las recomendaciones, por ej, es fijar un calendario de  citas sexuales que permita la preparación mental y la planificación de estrategias que posibiliten un ambiente de relajación, complicidad, intercambio…,    pero toda esta información está ausente en esta guía dirigida a adolescentes que, o bien aún no han tenido relaciones sexuales o, en el caso de tenerlas, las características que presenta su deseo y su situación personal difieren por completo de las que concurren en personas que mantiene relaciones de larga duración, y que han establecido patrones de comportamiento basados en la familiaridad.

Y esta censurable falta de adecuación, por no decir mala praxis, en una materia destinada a un grupo de población tan vulnerable, y con una capacidad para el pensamiento crítico todavía en formación, ¿a qué podría obedecer?. A ciencia cierta no podemos asegurarlo, pero casualmente comparte el lenguaje y el razonamiento utilizado en el artículo de opinión antes citado, y que al parecer busca que dejemos de revelarnos contra la jerarquía sexual impuesta patriarcalmente y nos acomodemos en ella: “si la vida te ofrece limones hazte limonada y consigue el mejor precio por ella”, pero no te cuestiones por qué a otros la vida les ofrece un frutero lleno de fruta.

El Feminismo señala y combate la desigualdad estructural, el queerismo la interioriza y la “transita”.

Fragmentos de una entrevista a Fernando Aramburu hace dos meses:

El protagonista de mi nueva novela convive con una muñeca erótica. Es importante que el lector vea más allá y sepa que la muñeca aquí no cumple ninguna función cómica. Es un personaje más con el que Toni conversa y remarca su soledad. No es un objeto solo para desfogarse sexualmente.

Pudiera ser que el personaje encontrase en ese objeto, todavía, la posibilidad de experimentar la virilidad tal y como se postulaba antiguamente.

-¿Qué puede darle ella que no le dan el resto de mujeres de su vida? ¿Es silencio lo que le da? ¿Mejor un ente mudo?

Si uno está solo, rellena su soledad con películas eróticas (si tienes una pulsión erótica fuerte, como tiene el personaje), pero en todo caso lo que busca en ella es compañía y la ilusión de estar viviendo armónicamente con una mujer que no le lleva la contraria, que no viene con exigencias, que no le critica continuamente… es un juego asociado a su insatisfacción.

-¿El sueño último es la mujer sumisa?.

No lo creo, aunque es legítimo que el lector, o en este caso, sobre todo la lectora, llegue a esa conclusión. (…) Quizás esa muñeca pueda servir también para otra mujer que tenga pulsiones lésbicas. Yo tenía una idea un poco banal de estas muñecas hasta que empecé a informarme.

-¿Qué descubrió que le enterneciera?

Por ejempo, en China abundan, pero por una razón social, y es que estuvo prohibido durante muchos años tener más de un hijo y las familias, tristemente, favorecieron a los varones. Así que los niños llegaban a la edad adulta y se encontraban con que por cada mujer había cinco o seis varones. ¿Qué hacemos? Pues muchos recurrieron a ese recurso, no por machismo, sino por desesperación.

-¿Por qué acude su protagonista a una prostituta: es porque se va a morir y quiere ya ensuciarlo y deshonrarlo todo, incluso a sí mismo?

Acude para pagar una ilusión.

-Como muchos, digo yo. La ilusión de que una mujer les desee.

Seguro, pero yo hablo del mío, de Toni. Él se da cuenta de que está haciendo algo moralmente dudoso, vamos a decir, algo que no está bien, pero no puede dejar de hacerlo porque el cuerpo se lo está pidiendo. ¿Paga él por un orgasmo rápido, sucio y barato? ¿O paga por cumplir durante 10-15 minutos una ilusión de virilidad, algo que en su vida matrimonial no ha podido cumplir…? Yo dejo la pregunta en el aire. Además, no solamente eso, sino que él está dentro de un sistema en el que existe la prostitución, no la funda. Toni se incorpora a esos males. Es consciente de que la mujer a la que él paga un servicio sexual está ahí probablemente obligada, o por una situación personal muy difícil, ¡pero le da igual! No llega a la humanidad de esa mujer. Eso es tremendo y yo creo que merece la pena ser descrito sin que el autor intervenga juzgando. No creo que la prohibición de la prostitución sirva de nada. Puede traer castigo, sí, pero no el final de la prostitución. Yo conozco al varón y sé que tiene una pulsión sexual que no puede controlar ni postergar. Es imposible que un hombre deje de eyacular dentro de una mujer porque lo diga una ley. Es imposible. No me lo puedo imaginar. Por otra parte, claro que tenemos que impedir la explotación, la injusticia hay que impedirla a toda costa, pero si una señora considera que puede tener una fuente de ingresos alquilando su cuerpo en condiciones laborales que están bajo la custodia de la ley, allá cada cual con su decisión.”

A través de toda la entrevista la invisibilización de la jerarquía sexual y el estatus social que se deriva de ella entre el varón protagonista y su concepto de compañera ideal y la mujer que prostituye, por un lado; y entre las bebés chinas abortadas y los bebés chinos gestados por otro lado, es evidentísima para la mirada analítica y crítica feminista, pero no para la mirada contemporizadora y conformista aportada desde el tradicionalismo cobarde y caduco.

El mismo periódico entrevistó hace algún tiempo a Mónica Oltra:

-¿Qué es eso de feminizar la política?

Es poner en valor lo que tradicionalmente hemos hecho las mujeres. La sociedad de los cuidados es algo que siempre han hecho las mujeres, hay que feminizar la vida.

-¿Dar por sentado que son las mujeres las que cuidan de los demás no es machista?

Los hombres también cuidan pero el 80% del cuidado del hogar recae en las mujeres. Por eso no se valora la sociedad de los cuidados, por eso ha sido un trabajo invisible, porque tradicionalmente lo han hecho las mujeres.

-¿También hay un porno feminista: qué es eso?

A ver, el deseo de los hombres y el de las mujeres no es igual. La industria del porno está dirigida a los hombres independientemente de su orientación sexual. Ahora se han incorporado a esa industria mujeres y guionistas que ponen el acento en el deseo femenino. El deseo masculino es muy visual, mientras que el femenino es más oral. A nosotras nos ponen las palabras. La tradición oral es también patrimonio de las mujeres, que tenemos menos voluntad de trascendencia que los hombres.

-¿Se puede ser prostituta y feminista?

Claro que se puede, ¿por qué no?

-Bueno hay quien considera que la prostitución es sólo esclavitud: también desde el feminismo.

Esa visión en blanco y negro forma parte de los esquemas patriarcales. Con el feminismo pasa como con la izquierda: hay muchos feminismos y no se debe confundir el género con los órganos genitales. El patriarcado es muy redentor, quiere salvar a los demás: y, oiga, no me salve usted de nada, sólo permítame emanciparme. Hay asociaciones de prostitutas, como Hetaira, que plantean cuestiones muy interesantes. El redencionismo es despótico, pero no se puede hacer la revolución sin ellas. Yo no me atrevo a decirle a una mujer prostituta qué tiene qué hacer sin preguntarle qué quiere hacer. Lo que hay que conseguir es que ninguna mujer se prostituya sin su voluntad o se vea abocada a la prostitución por necesidad. Hay mujeres que prefieren prostituirse a limpiar pisos y hay que respetarlo.

-¿Se debe regularizar la prostitución?

Sólo si permite ser a las mujeres libres.

Las vindicaciones Feministas no tienen por objetivo “feminizar la política” sino la implementación de la Agenda Feminista en las decisiones de gobierno. El objetivo tampoco es acatar el orden establecido y disimularlo reetiquetando los mandatos, como en el caso de ”la sociedad de los cuidados”, sino desmontar el orden establecido y sustituirlo por otro cuyos pilares se asienten en la igualdad de derechos, oportunidades y responsabilidades de mujeres y hombres. Igualdad conculcada por completo en el caso de las mujeres prostituidas y en el caso de las mujeres grabadas en el porno, señora Mónica Oltra, Consellera de ¿Igualdad? y Políticas Inclusivas.

Las vindicaciones Feministas no tienen por objetivo “feminizar la política” sino la implementación de la Agenda Feminista en las decisiones de gobierno.

Es inaceptable que la mencionada guía “Els nostres cossos, els nostres drets” cuente con el respaldo de la Conselleria de ¿Igualdad? y Políticas Inclusivas, y que esa misma Conselleria deje fuera de la Estrategia Valenciana Contra las Violencias Sexuales la pornografía y la prostitución. Y como es inaceptable no lo aceptamos, así que desde el Front Abolicionista-PV seguiremos denunciando públicamente la inadecuación de la guía como herramienta pedagógica, y seguiremos exigiendo públicamente la tipificación de la pornografía y la prostitución como formas de violencia extrema sobre las mujeres y su incorporación a la Estrategia Valenciana Contra las Violencias Sexuales.

Me propuse como objetivo intentar mostrar la variedad de factores que contribuyen al mantenimiento del modelo socioeconómico patriarcal, y que no buscan la transformación social sino la acomodación individual, desdibujando las secuelas y el alto coste personal y social que todo ello supone.

Es políticamente inaceptable y como votante Feminista no lo acepto. Si las votantes Feministas no encontramos una opción política que nos represente encontraremos la forma de convertirnos en representantes de esa opción política.

Mientras tanto este 25N llenaremos las calles y manifestaremos nuestro hartazgo feminista.

 

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