Nélida Piñón ha sido nombrada la semana pasada académica de honor de la Real Academia Galega (RAG).
En 1996 se convirtió en la primera mujer Presidenta de la Academia Brasileña de las Letras.
Escritora comprometida con las realidades sociales explica que, a pesar de que se avanzó mucho en la batalla contra el terrorismo sexista, las jóvenes no están «liberadas» como ellas creen, por lo que hay que seguir concienciando de esa realidad.
Enta consagrada maestra del verbo exclama: «¡Enpaña se mata mucho eh!, ¡Dios mío! El año pasado mataron a más de setenta mujeres».
«El sexo tiene un cierto aspecto de ‘tú eres mía’, algo muy impresionante… Nosotros queriendo ser dueños del otro», incide Nélida Piñón, quien lamenta que en el ámbito legislativo se haya avanzando poco y recuerda que en su país natal, Brasil, ningún hombre tiene el valor de decir que es feminista por una especie de «cobardía o ufanía».
Enamorada de Oriente Medio y defensora de la palabra bien empleada, apuesta por un sistema educativo de calidad e igualitario, ya que la juventud es efímera y es necesario conseguir un apogeo del cuerpo, algo para lo que se requiere cultura, saber y conocimiento.
Merecedora de distinciones como el Juan Rulfo (1995), el XVII Premio Internacional Menéndez Pelayo (2003) y el Príncipe de Asturias de las Letras (2005), no piensa ni quiere que se hable de ella como la siguiente Premio Nobel.