La madrugada de este martes fallecía la líder feminista dominicana Magaly Pineda Tejada, que sufría un cáncer diagnosticado hace aproximadamente doce años.
La información la confirmaba su marido Rafael (Fafa) Taveras en su cuenta de Twitter.
Magaly Pineda, luchadora incansable por los derechos de la mujer y de la democracia, ha muerto.
— Fafa Taveras (@fafataveras) 29 de marzo de 2016
Su velatorio se ha situado en la funeraria Blandino, en Santo Domingo.
El legado de Magaly
Líder feminista, socióloga, profesora e investigadora, hace casi 50 años que inició la lucha feminista en el país por los derechos de las mujeres. La educación y el feminismo eran sus pasiones, como también lo fue el trabajo que realizó en el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF), entidad que fundó en la década de los 80, donde permaneció hasta su muerte.
El CIPAE, según decía, surgió por su preocupación por la ausencia de estudios con una mirada o perspectiva de la liberación de la mujer o de género y sobre la mujer en la República Dominicana.
Magaly inició su acercamiento al feminismo en la década de los 70, con 15 años.
Se casó con Rafael Fafa Taveras y ambos lucharon contra la tiranía trujillista y militaron en el Movimiento 14 de Junio.
Desde el exilio, junto a su familia, fortaleció su sentido de militancia junto a la comunidad dominicana de la diáspora y como parte de las direcciones de estudiantes en la Federación de Universitarios Pro Independencia de Puerto Rico.
De regreso a la República Dominicana se unió al Movimiento 14 de Junio (J14), a varios partidos de izquierda y a la Federación de Mujeres Dominicanas. Se aleja de las estructuras partidarias para acercarse y militar desde las ideas feministas, siendo una de las pocas mujeres en promover este discurso en República Dominicana y en la región, donde se tenía muy mala imagen del feminismo.
En la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) entra al departamento de sociología, como profesora, y es aquí donde descubre una de sus pasiones, la educación; preocupada por el tipo de educación que recibían las niñas y niños, se embarcó en un proyecto en los años 70, creando una escuela alternativa, laica y progresista, donde intentar que las niñas y los niños pudieran desarrollarse en un ambiente de democracia y de participación.
Su trabajo en el campo de la educación le llevó a ser una de las premiadas por la Igualdad e Integración de Género-Tecnología (GEM-TECH Awards) en el 2014, por el éxito de su modelo de E-Chicas y clubes Supermáticas –STEM- de inclusión de las niñas y mujeres adolescentes en las áreas del conocimiento.