La Academia Andaluza de la Historia cuenta con una nueva integrante como miembro de Número; se trata de la doctora en Historia Contemporánea especialista en Guerra Civil y franquismo, Sofía Rodríguez.
La Academia ha querido reconocer su «prolífica carrera», en la que Rodríguez ha sido ampliamente premiada y galardonada, especialmente en sus investigaciones sobre la historia de la mujer almeriense, de los reprimidos y víctimas de la guerra civil, la posguerra y el franquismo y del campo andaluz.
El discurso de entrada ha llevado por título «Historia oral de la Guerra Civil y el franquismo en Andalucía. El relato del pasado frente a la cultura del silencio», donde la historiadora ha querido destacar la importancia de la memoria oral y los testimonios de quienes no se callaron ante la represión franquista, con la biografía relatada y la entrevista como métodos a reconocer. «Cuando parece que ya se ha dicho todo sobre la guerra civil y el franquismo, las fuentes orales brindan a la historia social y cultural, otro caudal de posibilidades. Frente a los revisionismos y las meras compilaciones de testimonios, el estudio de la oralidad y al memoria en sí mismas, sugieren nuevas perspectiva», apuntaba Rodríguez.
Una Academia poco común
La Academia Andaluza de la Historia es, de por sí, una de las Academias menos comunes en lo que respecta a Academia; si bien se critica la falta de mujeres como los miembros de otras, como la de la Lengua (Clara Janés es la décima académica en 300 años), la de Historia (Carmen Iglesias es la primera directora y la segunda en ser miembro) o la de Bellas Artes (dos académicas de un total de 59 académicos), la Academia Andaluza de la Historia tiene en su web como destacadala paridad en sus características y afirman que «La Academia Andaluza de la Historia es la primera expresamente diseñada para contar con un número equilibrado de mujeres y hombres, tanto en su membresía total, como en su Junta de Gobierno, en cumplimiento estricto de la Constitución y las Leyes».
En pleno 2016 es triste que la noticia siga siendo que una Academia cumple con la ley y es paritaria, y por tanto es «poco común» frente al resto de instituciones donde la no presencia o bajísima presencia de mujeres siguen siendo la tónica general.