¿Sabes las condiciones que tenía que cumplir una mujer para ser maestra en 1923?
En 1923, el «Consejo de Educación de la Escuela» establecía en sus contratos a las maestras una serie de acuerdos para ocupar las plazas durante el curso de ocho meses, que se iniciaba en septiembre:
La señorita…………………………………………………………..acuerda:
1.- No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2.- No andar en compañía de hombres.
3.- Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana a menos que sea para atender función escolar.
4.- No pasearse por heladerías del centro de la ciudad.
5.- No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
6.- No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
7.- No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra a la maestra bebiendo cerveza, vino y whisky.
8.- No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.
9.- No vestir ropas de colores brillantes.
10.- No teñirse el pelo.
11.- Usar al menos 2 enaguas.
12.- No usar vestidos que queden a más de cinco centimetros por encima de los tobillos.
13.- Mantener limpia el aula:
- Barrer el suelo al menos una vez al día
- Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente.
- Limpiar la pizarra al menos una vez al día.
- Encender el fuego a las 7:00, de modo que la habitación esté caliente a las 8:00 cuando lleguen los niños
14.- No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.
“Las condiciones que tenía que cumplir una mujer para ser maestra en 1923” que, las autoridades del perverso patriarcado establecían, constituían una variedad de restricciones en una suerte de confinamiento, sobre quienes el perverso e irresoluble ambiguo sexual varón, definen como objetos de uso; la mujer.
“Las condiciones que tenía que cumplir una mujer para ser maestra en 1923” era permanecer literalmente, fuera de las leyes del estado del perverso patriarcado debido a la supuesta inferioridad de lo femenino, cuyo comportamiento podía representar un presunto peligro para el perverso varón, tal como el inquisidor que observaba a la mujer como mensajera del demonio y tenía una relativa razón de hacerlo así, pues obraba conforme a sus principios; concepción del mundo justificada y “lógica” de acuerdo con la paranoia del perverso patriarcado.
El sentido y la verdad del feminismo, es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
Por Osvaldo Buscaya (Bya)
(Psicoanalítico)
Femeninologia (Ciencia de lo femenino)
Lo femenino es el camino
Buenos Aires
Argentina
Ese documento es fake, traducción de otro documento americano