Unos 10.000 menores han sido atendidos a través del Programa de Evaluación, Diagnóstico y Tratamiento a Menores Víctimas de Violencia Sexual, una experiencia pionera que la Junta de Andalucía inició en 1992 para el abordaje de la evaluación-diagnóstico y tratamiento a menores víctimas. Desde 2008 cada provincia cuenta con equipos especializados que intervienen en el programa.
La iniciativa dispone de profesionales altamente cualificados pertenecientes a entidades especializadas (Adima y la Fundación Márgenes y Vínculos) y formado por psicólogos, trabajadores sociales y licenciados en Derecho, que son los encargados de atender a los menores. La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, recuerda la importancia del diagnóstico precoz de menores posibles víctimas de violencia sexual.
Igualmente destaca que «a las situaciones de abuso de poder, maltrato, engaño y otras que suponen este tipo de agresiones, hay que sumar los efectos psicológicos que generan en la víctima, sobre todo al producirse en una etapa en la que se está formando su personalidad y el modo en que establecerá su relación con el mundo. Estos efectos negativos, sin un tratamiento adecuado, pueden llegar a prolongarse durante toda la vida«.
El programa se constituyó como un servicio especializado con dos niveles de intervención, por un lado, la evaluación y el diagnóstico de menores posibles víctimas de violencia sexual para verificar o descartar la existencia del mismo, a través de la evaluación psicológica y social y, por otro lado, ofrecer a los y las menores en que se confirme dicha situación o exista una sintomatología relacionada con la violencia sexual, un tratamiento psicoterapéutico especializado que les ayude a superar, en la media de lo posible, las secuelas y los trastornos psicológicos que presenten.