El pasado 4 de diciembre, Alex Soros, Vicepresidente Ejecutivo Global del grupo Open Society Foundations, anunciaba a través de su lista de correo, que con efectos del 1 de enero de 2021, Mark Malloch-Brown, sucederá a Patrick Gaspard, al frente de la organización, como nuevo Presidente Ejecutivo.
En esa comunicación, Soros agradece muy expresivamente el trabajo que el presidente saliente Gaspard desarrolló durante sus tres años de mandato, incluyendo “la respuesta a los profundos desafíos presentados por COVID-19, el impulso al desarrollo de vacunas, el apoyo a trabajadores precarios e indocumentados, la protección para refugiados, migrantes y solicitantes de asilo”. Igualmente, agradece su liderazgo en impulsar la respuesta en todo el mundo contra la brutalidad policial y el racismo estructural provocada por la muerte de George Floyd a manos de la policía: “Gracias a sus esfuerzos, Open Society invirtió más de 220 millones de dólares en la construcción de poder en las comunidades negras, incluidos 150 millones en subvenciones de cinco años sin restricciones a un conjunto de organizaciones que ayudaron a crear y continuarán liderando el impulso hacia la igualdad racial, desde veteranos del movimiento de derechos civiles a los líderes emergentes de Black Lives Matter del mañana”.
Soros agradece igualmente a Gaspard su trabajo “incansable para contrarrestar las narrativas populistas y las tomas de poder autoritarias en los Estados Unidos, Brasil, Hungría, Filipinas y prácticamente en cualquier otro lugar que hayan surgido estas tendencias inquietantes … la lucha contra la desinformación y nuestros esfuerzos para responsabilizar a las plataformas de redes sociales por la propagación de mentiras y odio”. Por último, el agradece igualmente el “lanzamiento de nuevas e interesantes líneas de trabajo sobre el cambio climático y la justicia económica, y reforzó nuestro compromiso con la cultura y las artes.”
Sin embargo, y sorprendentemente, como si se complaciese en el’ borrado de las mujeres’, la nota no hace referencia a otros importantes desarrollos impulsados durante el mandato de Gaspard al frente de la Open Society, que son de especial importancia para las mujeres de todo el mundo.
la nota no hace referencia a otros importantes desarrollos impulsados durante el mandato de Gaspard al frente de la Open Society, que son de especial importancia para las mujeres de todo el mundo.
Durante estos últimos tres años ha destinado, en efecto, importante recursos económicos y políticos, y movilizado tanto al sector público como al sector privado, y a los medios de comunicación global, para el impulso de la adopción de desarrollos legales y políticas públicas a todos los niveles, en tres asuntos críticos que comprometen el presente y el futuro del bienestar y dignidad de las mujeres.
1.Impulso a escala local, estatal e internacional del proceso de legalización de la mal llamada ‘gestación por sustitución’, eufemismo para no denominarlo ´vientres de alquiler’. Como muestra, véase el video en el que Jordi Vaque, actual Director de Análisis y Prospectiva Global en la Open Society Foundations,[1] explicaba en 2014 en TV3, partiendo de su doble experiencia como abogado del despacho Surrogalia[2] y personal, explicaba su posición sobre esta cuestión.[3] Posición que no diverge del posicionamiento oficial de Surrogacy360,[4] la iniciativa específica que la Open Society Foundation ha creado para este fin.[5]
2.Impulso a escala local, estatal e internacional de la despenalización de la prostitución y otras formas de comercio sexual: De ello da muestra bien precisa la información recogida en su página web oficial, [6] y en particular el documento titulado “10 razones para despenalizar el trabajo sexual”, disponible igualmente en su web.[7] Tal y como señalaba Jody Raphael en 2018, en un artículo imprescindible, George Soros y su organización en la defensa de la despenalización total de la industria del comercio sexual, la investigación revela que la OSF gasta solo una pequeña cantidad de dinero en grupos de “trabajadoras sexuales” de base alrededor del mundo que abogan por la despenalización total, pero la fundación otorga mayores cantidades de fondos a grandes grupos de derechos humanos cuyos informes y políticas tienen un alcance más amplio. Así nos señala: “El razonamiento de OSF para la despenalización total no considera la violencia y la coerción en la industria del comercio sexual, malinterpreta los hallazgos y no incluye la investigación de lugares donde se ha producido la despenalización total de la prostitución”. Por lo tanto, añade, “OSF y sus beneficiarios han creado una visión parcial sobre la prostitución que defienden ante el público. Quienes se preocupan por la trata con fines de explotación sexual, violencia, coacción y abuso en la prostitución deben conocer estas estrategias utilizadas por los defensores de la despenalización financiados por OSF y estar preparados para señalar las suposiciones infundadas y responder a las acusaciones de OSF con hechos probados.”[8]
3.Impulso a escala local, estatal e internacional de la legalización del cambio de sexo sin mayor requisito que la expresión subjetiva de un deseo. Por mucho que la Open Society se esmere en presentar este importante tema de una manera superficial y persuasiva,[9] tal y como venimos defendiendo desde Contra el Borrado, luchamos “…para eliminar todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas que resultan de la sustitución de la categoría de sexo por la de «identidad de género». En los últimos años, en algunos países del mundo, se han ido aprobando leyes que permiten que cualquier varón pueda “autodeterminarse” mujer con su palabra como único trámite necesario. Esto pone en peligro los derechos de las mujeres y las niñas basados en su sexo. Nosotras, como feministas, no podemos permitir que el género se introduzca en las leyes como una “identidad” y se proteja por encima de la categoría sexo. El género no es una identidad, el género es el conjunto de normas, estereotipos y roles, impuestos socialmente a las personas en función de su sexo. El género es un instrumento que favorece y perpetúa la situación de subordinación en la que nos encontramos las mujeres. Por eso, admitirlo como “identidad” implica esencializarlo, anulando por completo las posibilidades de luchar contra las imposiciones que conlleva.
En suma, y habida cuenta de estos precedentes, desde la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres han sugerido escrutar atentamente las actuaciones del nuevo Presidente de la Open Society Foundations, Mark Malloch-Brown. Se trata ciertamente de un profesional muy experimentado, antiguo diplomático británico, ha sido Vice-Presidente del Banco Mundial, Administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y Vice-Secretario General de Naciones Unidas, y coordinador del llamado Grupo de Desarrollo, que agrupa a las agencias y programas más destacadas.
Confiamos que con su larga experiencia se muestre más receptivo a discutir con el movimiento feminista las implicaciones críticas de algunas de las políticas que la Open Society vienen impulsando en los últimos años.
[1] https://www.opensocietyfoundations.org/who-we-are/leadership/jordi-vaquer-fanes
[3] https://youtu.be/QgXV-wkMy7g
[4]https://www.geneticsandsociety.org/biopolitical-times/surrogacy360-brings-new-lens-international-commercial-surrogacy
[5] https://surrogacy360.org/about/who-we-are/
[6] https://www.opensocietyfoundations.org/explainers/understanding-sex-work-open-society
[7]https://www.opensocietyfoundations.org/uploads/cc072baf-14b2-48f8-8c5f-30d7e9a6ec14/10-reasons-decriminalize-sex-work-20150410_0.pdf
[8] Véase: Raphael, Jody (2018) «Decriminalization of Prostitution: The Soros Effect,» Dignity: A Journal on Sexual Exploitation and Violence: Vol. 3: Iss. 1, Article 1.
DOI: 10.23860/dignity.2018.03.01.01 disponible en: https://digitalcommons.uri.edu/dignity/vol3/iss1/1
[9] https://www.opensocietyfoundations.org/explainers/essential-legal-right-trans-people