Gracias a una amiga acabo de conocer que Ada Colau, alcaldesa de Barcelona y firme defensora de la legalización de la prostitución, ha acusado a Carmen Calvo de alienarse con la derecha en materia de igualdad.
No seré yo quien defienda a Carmen Calvo, que sabe defenderse sola, pero si comparto con ella su visión del feminismo radical el que, como ya he dicho en muchas ocasiones, va a la raíz de l0s problemas para, desde allí, identificarlos y buscar soluciones.
Y, además, Ada Colau según noticias publicadas, acompañará a Yolanda Díaz en su propuesta electoral SUMAR. Con lo cual, si ese es el planteamiento en el tema de la prostitución y con la recién aprobada ley trans de estas dos referentes políticas que buscan ser la alternativa de PODEMOS, apaga y vámonos.
Estas nuevas izquierdas que abandonan la defensa de la realidad material de las mujeres como referentes específicos y biológicos, para las políticas de igualdad, no nos representan a muchas feministas. Y, lo que es peor, por mucho que se llamen feministas, al igual quelas representantes del Ministerio de Igualdad, esencialmente no lo son. Sencillamente y una vez más están intentando convertirse en un caballo de Troya del feminismo para destruirlo desde dentro.
Como es obvio, yo no soy quien para repartir carnets de feminismo a nadie, pero llevo a mis espaldas muchos años de formación, de estudios y de reflexiones para reconocer qué es el feminismo que me representa y cual es una farsa que sólo busca apropiarse de los logros históricos del feminismo para, de ese modo, autoproclamarse feministas,
El feminismo es un movimiento político y social de carácter universalista y solidario y que, básicamente defiende que mujeres y hombres somos iguales en derechos, libertades, oportunidades y acceso a los recursos de todo tipo. Es una teoría y práctica política articulada por mujeres que, tras analizar la realidad en la que vivimos y las diferentes opresiones que seguimos padeciendo por haber nacido mujeres, las identificamos, señalamos, nombramos y nos organizamos para cambiar esa sociedad patriarcal que nos oprime. Y lo hace por haber nacido con sexo femenino. Porque sexo y género son cuestiones diferenciadas. Mientras el sexo es biológico y, como dice mi amiga Maite, nacemos con cromosomas XX las mujeres y XY los hombres, el género es una construcción social, naturalizada a lo largo de los siglos y por grandes pensadores y, por qué no decirlo también por las grandes religiones monoteístas, para mantener un sistema de obediencia y sumisión de las mujeres ante los hombres que, de ese modo conservaban intactos sus privilegios y todo el poder económico, social y político.
El resto de los movimientos ideológicos, serán otras cuestiones, pero no es feminismo. Y que conste que me parecen todos ellos, salvo los relacionados con la ultraderecha homófoba, misógina y racista, muy lícitos en sus planteamientos y en su diversidad.
Querer convertir el feminismo en algo tan diverso que se pueda desdibujar su verdadero propósito y objetivo, per parece perverso por parte de quienes lo están intentando, bajo capas de purpurina y defensa de postulados opresores para con la inmensa mayoría de mujeres prostituidas, por ejemplo. O que niegan la realidad material del sexo como elemento básico de la opresión de las mujeres en su conjunto.
Intentar desdibujar, como se está haciendo, las diferencias entre el sexo con el género sentido, es intentar, no solo confundir a la gente, es también y desde mi punto de vista, negar la realidad material, biológica y la base científica sobre la que se basan las sociedades.
Bajo la capa de la diversidad como concepto aparentemente progresista, nos están intentando colar pseudo teorías misóginas y opresoras para con las mujeres, pero eso sí, de nuevo cuño y con mucha purpurina, mucho brilli brilli pero que, a poco que rasques, aparecen las contradicciones con los postulados realmente feministas radicales, que como dije anteriormente buscan la igualdad real entre mujeres y hombres, porque ya se han identificado y nombrado las desigualdades y opresiones existentes, para combatirlos. Y nunca para adornarlos con maquillajes, tacones y brilli brilli que es lo que nos proponen.
O para combatir el sistema prostitucional con leyes que penalicen a los proxenetas y a los puteros y ayuden a la reinserción completa de las mujeres en situación de prostitución. Por eso se plantea la abolición y no la ilegalización, para que aquellas que deseen seguir en ese camino, lo sigan andando a sus anchas, pero que, al mismo tiempo, las que sufren esclavitud sexual a manos de proxenetas que las explotan y maltratan y que las venden como si de infraseres se tratara, puedan salir de esas cárceles o campos de concentración como lo llaman las supervivientes de ese sistema prostitucional.
El caballo de Troya que las dirigentes del Ministerio de Igualdad y sus acólitas como Colau intentan colarnos al feminismo se les va a volver en contra electoralmente en primer lugar, porque las feministas no votamos a traidores. Y, posiblemente en segundo lugar, los éxitos de hoy con la aprobación de leyes infames y antifeministas, se van a convertir con el tiempo como oprobio contra quienes las promovieron.
Seguramente y por una cuestión de edad, ya no lo veremos algunas que ya peinamos canas, pero solo espero que aquellas que vienen empujando fuerte por detrás lo vivan con gozo y como un éxito más del movimiento feminista radical.
Eso es futuro, pero en la actualidad hay que seguir luchando por defender que el sexo no es el género y recordando que el feminismo no vota a traidores. Y las elecciones están a la vuelta de la esquina.
Es Delito de Lesa Humanidad el enriquecimiento en la gestión gubernativa de los “representantes”, el fraude sobre el Estado, el abuso sobre la niñez, la trata, el proxenetismo, el travestismo y sus consecuencias, como toda violencia de género.
“Las fuertes resistencias contra lo femenino no serían de índole intelectual, sino que proceden de fuentes afectivas; la irresoluble perversión no sublimada y ambigüedad sexual del varón que posee la decisión final en éste esquema, donde lo masculino sigue siendo la ley”. Osvaldo Buscaya
a) {No seré yo quien defienda a Carmen Calvo, que sabe defenderse sola, pero si comparto con ella su visión del feminismo radical el que, como ya he dicho en muchas ocasiones, va a la raíz de l0s problemas para, desde allí, identificarlos y buscar soluciones.}
Pues, lo que debería alertarnos permanente y constantemente, sería no caer en la finalidad que persigue el transexual ecuménico perverso patriarca de debatir partes o sectores de su discurso homogéneo sin fisuras. El transexual ecuménico perverso patriarcado es el amo. Amo que condiciona presente y futuro de lo femenino. La “habilidad” del transexual ecuménico perverso patriarca, dueño del lenguaje y pensamiento femenino traslada el debate de sus “realizaciones” a la ciudadanía. Habilidad del transexual ecuménico patriarcado en su perverso accionar controlador de los organismos formales, que provoca una especial maquinación donde su discurso de efectiva consistencia, es “desgranado” y lo “tira” desunido para que se haga cargo el feminismo. El transexual ecuménico perverso patriarcado acciona, ejecuta y crea un ensamble de víctimas y victimarios en un discurso coherente, que luego desensambla y lo tira parcializado al feminismo para el enredo “leguleyo”, con el fin de lograr enfrentamientos contradictorios. El transexual ecuménico perverso patriarcado no dejará de imponer sus “reglas” y así que no podamos reconocer la peculiaridad ni la selección de elementos emergentes en su compacta ideología, que se adapta a las primaveras democráticas conformando nuevas y útiles unidades como la constitución de elementos comunes intermedios para perfeccionar su poder. Esta finalidad unificadora establece una singular relación entre la perversión irresoluble y ambigüedad sexual del varón, y el contenido de las leyes del parlamento transexual ecuménico perverso patriarcal.
b) {El feminismo es un movimiento político y social de carácter universalista y solidario y que, básicamente defiende que mujeres y hombres somos iguales en derechos, libertades, oportunidades y acceso a los recursos de todo tipo. Es una teoría y práctica política articulada por mujeres que, tras analizar la realidad en la que vivimos y las diferentes opresiones que seguimos padeciendo por haber nacido mujeres, las identificamos, señalamos, nombramos y nos organizamos para cambiar esa sociedad patriarcal que nos oprime. Y lo hace por haber nacido con sexo femenino. Porque sexo y género son cuestiones diferenciadas. Mientras el sexo es biológico y, como dice mi amiga Maite, nacemos con cromosomas XX las mujeres y XY los hombres, el género es una construcción social, naturalizada a lo largo de los siglos y por grandes pensadores y, por qué no decirlo también por las grandes religiones monoteístas, para mantener un sistema de obediencia y sumisión de las mujeres ante los hombres que, de ese modo conservaban intactos sus privilegios y todo el poder económico, social y político.}
Pues, esta labor “unificadora” del transexual ecuménico perverso patriarcado se hace más que nunca evidente cuando toma en su discurso los objetos y las palabras a través del tiempo como creaciones de formaciones verbales singularísimas y a veces cómicas, pero lamentablemente trágicas. Deberíamos tomar la totalidad del discurso transexual ecuménico perverso patriarcal y no enfrentarnos, entre nosotros, con sus parcialidades, todo lo contrario, utilizarlo con todos los enfoques del feminismo como evidencia de los “trucos” e hipocresía de quienes ejercen y son dueños del poder para desmantelarlos.
c) {Seguramente y por una cuestión de edad, ya no lo veremos algunas que ya peinamos canas, pero solo espero que aquellas que vienen empujando fuerte por detrás lo vivan con gozo y como un éxito más del movimiento feminista radical.}
Pues, las mujeres militantes soportan y padecen “penosamente” una intolerable tensión en el “terreno” transexual ecuménico perverso patriarcal que utiliza todos los medios a su alcance y una hipocresía sin límite al pretender – no siendo varones – que deben aceptar o respetar las normas del varón. Un penoso conflicto que la mujer padecería sería; ¿Cómo admitir que el transexual ecuménico perverso patriarcado es el padre, el hermano, el compañero, el dirigente, el ecuménico, etc., y que en esta regla no habría excepción?
Señalo en mi Ciencia de lo femenino (Femeninologia) cuanto tenemos que aprender, sobre la estructura de la relación de la mujer con la verdad como causa, en la imposición del transexual ecuménico genocida perverso patriarcado incluso en las primeras decisiones de la simiesca horda primitiva.
El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
“El feminismo es única y absolutamente la mujer”
Un travesti o un trans; no es una mujer
El discurso de la acción femeninológica, de mi ciencia de lo femenino (Femeninologia), expone al varón frente a aquello que ha silenciado en el pasado; el fundamento agresivo que encubre con su hipócrita moral y ética patriarcal, que se demuestran insostenibles en el presente.
Buenos Aires
Argentina
25 de febrero de 2023
Osvaldo V. Buscaya (1939)
Psicoanalítico (Freud)
*Femeninología
*Ciencia de lo femenino