¿Qué puede hacer España para impedir el acceso de los menores a la pornografía?

Tasia Aránguez Sánchez
Tasia Aránguez Sánchezhttp://www.arjai.es
Resposable de Estudios Jurídicos de la Asociación de Afectadas por la Endometriosis (Adaec) y profesora del Departamento de Filosofía del Derecho de la Universidad de Granada
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De acuerdo con un estudio de Mar Negreiro para el Parlamento Europeo, uno de cada tres internautas es menor de 18 años. En la Unión Europea la mayoría de los niños y niñas miran internet a diario en teléfonos u otros dispositivos. Entre los contenidos a los que los menores pueden acceder sin ninguna barrera están las páginas pornográficas. Existe consenso científico sobre los efectos dramáticos del visionado de pornografía para los menores, pero las páginas pornográficas no utilizan métodos efectivos de verificación de edad.

Ahora mismo las páginas pornográficas solo contienen un aviso que señala que sus contenidos no son aptos para menores o, como mucho, introducen una casilla que pregunta al usuario si tiene más de 18 años. Ese mecanismo es completamente inútil, pues los menores mienten sobre su edad y marcan la casilla. Sin embargo, todo apunta a que la situación descrita puede comenzar a cambiar.

Francia acaba de aprobar un certificado digital de verificación de edad, que impedirá a los niños, niñas y adolescentes acceder a las principales páginas de pornografía. Esta certificación entrará en vigor este año 2023.

Nuestro país vecino aprobó en 2020 una ley que exige la verificación de edad para ver pornografía digital, pero los gigantes de la industria proxeneta online (como Pornhub, XHamster y Xvideos) se niegan a introducir comprobaciones efectivas de edad. La negativa de estas páginas a cumplir la ley dará lugar al bloqueo generalizado del acceso a las páginas y a la aplicación de multas. Próximamente la justicia francesa se pronunciará sobre la legalidad de estas medidas y previsiblemente su resolución será favorable.

Francia no es, ni mucho menos, el único país del mundo que se ha propuesto terminar de una vez por todas con el acceso de los menores a la pornografía. Los primeros países en tomar medidas para proteger a los niños y niñas fueron Australia y Reino Unido. Ambos lograron introducir innovadores filtros que solo pueden desactivarse llamando a la compañía proveedora de internet. Además ambos Estados introdujeron un sistema administrativo dedicado a la búsqueda y clasificación de contenidos pornográficos ilegales. Australia y Reino Unido prohíben la producción y la difusión web de los contenidos pornográficos definidos como extremos (en esta definición entran formas de pornografía como la que muestra mujeres inconscientes o aquellas prácticas peligrosas que dañan el ano, la vagina o los pezones). Los citados países van un paso más allá, pues sus leyes permiten castigar el consumo de la mencionada pornografía extrema, si bien hasta ahora no ha habido prácticamente ninguna sanción amparada por la norma. Pese a la introducción de todas estas medidas, Reino Unido se topó con obstáculos de los organismos reguladores de la protección de datos, que impidieron que en 2019 saliera adelante una verificación de edad basada en la tarjeta de crédito.

Actualmente, Reino Unido está tramitando un nuevo proyecto de ley para que las páginas se vean obligadas a introducir tecnologías fiables de verificación de edad.  Por su parte, Alemania bloqueó recientemente el acceso generalizado al sitio porno XHamster, a causa de que la página no tomaba medidas fiables para impedir el acceso de niños, niñas y adolescentes. Australia, por su parte, está probando técnicas de reconocimiento facial como modo de verificación de edad para acceder a estas páginas.

En Estados Unidos, Luisiana ha sido pionero en introducir mecanismos legales de verificación de edad. En su caso, los usuarios tienen que presentar una copia de su documento de identidad. Las personas que quieren acceder a Pornhub son dirigidas a un sitio vinculado al gobierno donde pueden proporcionar su identificación. Por su parte, Mississippi, Virginia y Utah, han copiado el modelo de Luisiana y otros 11 Estados ya han anunciado que también exigirán verificaciones de edad. Siguiendo este ejemplo, en Canadá se están planteando introducir mecanismos de comprobación de edad.

Dado este creciente clamor internacional, la Unión Europea ha anunciado nuevos reglamentos y códigos de conducta para introducir la verificación de edad. La Ley de Servicios Digitales ya anticipa este viraje de las políticas europeas que, hasta ahora, habían tenido una posición favorable a los intereses de la industria proxeneta. La Unión Europea hasta el momento se había preocupado mucho más por la exposición de los menores al tabaco, el alcohol y el juego, que por la exposición de estos a la pornografía. Incluso en relación con los delitos de pornografía infantil, la ausencia de responsabilidad jurídica de las páginas (salvaguardada por el derecho europeo) ha favorecido la impunidad.

Sin embargo, ahora en el mundo entero hay vientos de cambio, aunque nuestro país parece estar un poco rezagado. El asunto todavía no ha suscitado interés mediático ni académico. La exposición de los menores a la pornografía no parece ser una prioridad para España. Esto me resulta sorprendente, considerando el alarmante aumento de violaciones en manada cometidas por chicos adolescentes contra chicas o niñas. La Ley de Protección de Datos establece que las páginas web deben garantizar una verificación de edad eficaz, pero como bien sabemos, esto no se cumple en absoluto. No obstante, distintos organismos públicos han mostrado preocupación por el asunto y en la sociedad española existe cierta conciencia sobre el peligro que representan estos contenidos para las personas más jóvenes.

En 2019, el Gobierno español se comprometió a regular esta materia, aunque aún no ha hecho nada y, desde entonces, tan solo se habla de educación sexual en los colegios (medida de efectos muy lentos y de dudosa eficacia si los menores siguen viendo porno sin cortapisas). Lo más reciente ha sido una propuesta de Junts que contenía medidas de control parental, sanciones a las web que permitan acceso a menores e incluir como ilegal la pornografía creada por IA sin el consentimiento de la mujer emulada. El Gobierno español ha rechazado la propuesta y ha señalado que es necesario un estudio más pausado del asunto. Espero que España no pause demasiado, pues parece que los demás países ya están haciendo los deberes.

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Los contenidos expuestos en este artículo forman parte del Proyecto de Investigación “Los derechos de las mujeres en la sociedad digital”, financiado por la Universidad de Granada. Quien desee estar al día sobre el desarrollo de estas investigaciones puede consultar el perfil de Tasia Aránguez en researchgate, donde se puede acceder a todos sus trabajos de forma gratuita desde aquí 

Entre sus trabajos sobre pornografía destaca el titulado Tres modelos legislativos sobre pornografía”:

El artículo enlazado realiza recomendaciones para el futuro normativo de nuestro país y expone el contenido de la innovadora legislación inglesa. En el artículo clasifica las legislaciones de los distintos países estableciendo tres modelos:

Prohibicionista: Es el modelo de las sociedades tradicionales. Las actrices de pornografía se consideran pervertidoras de la moral. Se considera que la pornografía es contraria a las buenas costumbres y que debe ser ilegal por su «obscenidad».

Liberal: Es el modelo dominante en EEUU y en la UE. Es el modelo vigente en España. Considera que la pornografía es libertad de expresión, que está ligada a la esfera privada y forma parte de los sectores del entretenimiento, el arte y la información. Las legislaciones liberales sostienen que las páginas pornográficas son meras alojadoras de contenidos y no tienen responsabilidad jurídica por la pornografía que recogen (incluso si algunos vídeos son de pornografía infantil u obtenida mediante sexting o cámaras ocultas). Las páginas solo tienen obligación de contener un mecanismo interno para que los usuarios avisen de la existencia de contenidos ilegales. Los menores pueden ver pornografía sin cortapisas, debido a que las páginas no están obligadas a verificar la edad de sus usuarios.

Modelo Abolicionista: Es el modelo hacia el que apuntan países como Reino Unido y Australia. Se basa en la necesidad de proteger los derechos de las mujeres y la infancia. Intenta impedir el acceso de los menores a la pornografía mediante mecanismos de verificación de edad y filtros informáticos. Estos países amplían los tipos de pornografía ilegal, incluyendo las prácticas violentas o vejatorias contra las mujeres más extremas (doble penetración, prácticas dolorosas, sexo con mujeres inconscientes, etc.). El modelo abolicionista establece sanciones para las páginas que tengan contenido ilegal.  El modelo abolicionista da un paso más y castiga el consumo, estableciendo sanciones para los usuarios que consuman pornografía ilegal. La legislación abolicionista recoge medidas educativas para desalentar el consumo y establece medidas para proteger a las actrices pornográficas, que son consideradas víctimas de la industria del sexo.

 

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