Esta semana la Asociación de Mujeres de Guatemala (AMG) presentaba la campaña #YoTeCreo para analizar y reflexionar sobre por qué sigue sin darse credibilidad a las mujeres cuando relatan haber sufrido violencia sexual. Lo hacen a partir de un caso real, el de Ana, quen fue agredida sexualmente por un conocido y, cuando denunció, su testimonio no fue creído. «Una historia que se repite por millares en todo el mundo, pero de la que apenas ahora se comienza a hablar», señalan desde la asociación.
Y eso que, según ONU Mujeres, una de cada diez mujeres ha sido víctima de agresiones sexuales. Según datos del Ministerio del Interior de España, las violaciones perpetradas por agresores conocidos representan entre el 70 y el 80%. Sin embargo, éstas son las que menor repercusión tienen en los medios de comunicación y las que, arropadas por los prejuicios de los operadores jurídicos, «se mantienen de manera más flagrante en la impunidad: así lo demuestran las cifras de agresiones sexuales frente a las de denuncias y finalmente de sentencias condenatorias», lamentan.
Con el proyecto yotecreo.net quieren dar a conocer la historia de Ana, así como el cómic que dibujó cuando no podía poner lo sucedido en palabras, y que los forenses no quisieron ver: materiales que ella comparte esperando que su historia arroje luz sobre este tipo de agresiones que permanecen como un tabú.
La campaña también está dedicada a la reflexión y análisis sobre las barreras que impiden creer la palabra de las mujeres víctimas de agresiones sexuales, especialmente cuando en casos como éste el agresor hace parte del entorno conocido de la víctima. Analizar la credibilidad permite desvelar cómo se conforman los prejuicios, por qué la sospecha recae en las víctimas y cuáles son las consecuencias de tomar por verdadera la versión de los agresores.
Una campaña por la credibilidad de las mujeres víctimas de violencia sexual
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